Se trata de Ladrillos Olavarría Sociedad Anónima (LOSA). Una emblemática fábrica de la ciudad bonaerense que experimentó una drástica caída en las ventas, frenó la producción y tuvo que despedir 65 trabajadores. 20 lograron ser reubicados pero 45 quedaron en la calle. El efecto fue a contramano de diciembre, cuando habían que tenido que contratar personal extra. Lo adjudican a las medidas tomadas por Milei.
La ciudad de Olavarría, productora nacional de cemento y cerámica, padece en carne propia la llegada de la motosierra de Milei, que frenó la obra pública, encarece los precios con brutales saltos inflacionarios y castiga a las industrias.
La fábrica Ladrillos Olavarría Sociedad Anónima (LOSA), fundada en la década de 1940, tuvo una demanda creciente de pisos y revestimientos hasta diciembre de 2023 por lo ampliaron la producción y contrataron personal adicional para satisfacer el mercado.
Para enero el panorama fue completamente opuesto. Las ventas se paralizaron y la producción frenó en seco.
Gustavo Bustamante, secretario del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Olavarría (SOECO), explicó a Código Baires que «Hasta el 22 de diciembre la planta funcionaba con normalidad, inclusive dando horas extras a los trabajadores por la cantidad de trabajo disponible«, pero que luego «en un mes, hubo una caída brutal del mercado».
Bustamente detalló el cambio repentino de escenario: «Teníamos su fecha de ingreso a la planta de Losa entre los días 22 de enero y 2 o 3 de febrero porque algunos tenían 21 días, otros 28 y otros 35 días. Una semana antes del regreso de los primeros, la empresa nos llama a una reunión y nos comunica que no van a seguir produciendo en Losa».
La noticia dejó a toda una ciudad en shock: «Que haya habido en un mes una caída tan brutal de del mercado es tremendo».
Tras las negociaciones entre el gremio y la empresa, se acordó la reincorporación de algunos trabajadores en Cerro Negro, mientras que otros quedaron desempleados. Bustamente afirmó: «De los sesenta trabajadores contratados en Losa, fueron tomados 20 pero 45 se quedaron sin empleo«.
El SOECO atribuye directamente la situación económica al nuevo modelo implementado por el gobierno de Javier Milei. Bustamente lamentó: «Que no quepa ninguna duda que esto pasó por las medidas que tomó el actual gobierno. Este gobierno está apostando a otra cosa, no al mercado interno».
«Con el Gobierno anterior teníamos nuestras diferencias, pero había una intención clara de apostar por el consumo interno. Teníamos inflación, pero también lo acompañabamos con los aumentos de salarios. Ahora hay el doble de inflación y desinterés por las empresas locales«.
Además, Bustamente advirtió al mismo medio sobre el impacto potencial de la apertura de las importaciones en la industria local: «Puede ser mucho peor si llegan a abrir las importaciones como se está diciendo. Estamos dejando un mercado libre. Se te llega a meter Brasil, China con el porcelanato te hacen desastre acá».
La situación también afecta a los empleos indirectos vinculados a Losa Olavarría. Según Bustamente, «A los 45 trabajadores cesanteados se suma la pérdida de empleos indirectos«. Esto incluye a choferes, personal de salud, personal de limpieza y vigilantes.
Actualmente la empresa está inactiva, evaluando una posible recuperación del mercado pero no hay muchas esperanzas.