La combinación de la crisis petrolera internacional desatada con el descenso de la cotización del barril de crudo a partir de 2015, el ajuste empresario y las políticas recesivas del gobierno de Mauricio Macri se transformaron en el cóctel ideal para la generación de un profundo proceso expulsivo de trabajadores vinculados a la actividad petrolera en el país.
En función de los datos suministrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) del Ministerio de Trabajo de Nación, entre el cuarto trimestre de 2015 y el mismo período de 2017 se destruyeron un total de 8.544 empleos petroleros en todas las cuencas argentinas.
Según informó El Extremo Sur, los efectos se sintieron con mayor virulencia en la Cuenca del Golfo San Jorge donde se perdieron 4.661 puestos de trabajo donde 2.563 pertenecen a Santa Cruz y 2.098 a Chubut.
La notable destrucción de empleo petrolero en estas dos provincias se acentuó durante los dos primeros años del gobierno actual, ya que en 2016 se perdieron 2.346 empleos del sector extractivo y al año siguiente la cantidad fueron 2.315 puestos los puestos de trabajo perdidos. Siempre hubo una proporción mayor de retracción en los yacimientos santacruceños.
Hasta el cuarto trimestre de 2017 ninguna de las provincias patagónicas mostró una curva ascendente y contraria a la que se inició en la primera mitad de 2015. La única excepción fue la Cuenca Austral, ya que en Tierra del Fuego se destruyeron 140 empleos en el primer año de Cambiemos y en el segundo esa cantidad se redujo a solamente 16; totalizando 156 en dos años.
Aunque el notorio incremento de la actividad petrolera en la Cuenca Neuquina comenzó a concretarse durante 2016 como consecuencia de la puesta en marcha a toda velocidad de Vaca Muerta, la pérdida de empleos en esa región petrolera alcanzó un total de 2.313 puestos de trabajo en el cuarto trimestre de 2017 respecto del mismo período de 2015.
La Cuenca Neuquina atravesó dos procesos bien diferenciados durante la gestión de Macri, aunque aún no consiguió obtener números positivos en cuanto a la cantidad de puestos de trabajo.
Es que entre el cuarto trimestre de 2015 y el mismo período de 2016, Neuquén perdió 1.885 puestos de trabajo en el petróleo, superando ampliamente a lo sucedido en la Cuenca del Golfo San Jorge. Sin embargo, al año siguiente la destrucción de empleo mermó considerablemente hasta producir una retracción de 428 empleos.
El repunte de la actividad petrolera vinculada a Vaca Muerta consiguió aminorar la caída del empleo petrolero entre el cuarto trimestre de 2016 y el mismo período de 2017; pero igual sigue habiendo menos puestos de trabajo que a finales de 2015 cuando se alcanzó el pico histórico de trabajadores en la provincia de Neuquén.
En la porción rionegrina de la Cuenca Neuquina la pérdida de empleo petrolero totalizó 587 puestos de trabajo destruidos en dos años, con la diferenciación de que 192 se perdieron en el primer año del Gobierno nacional y los 395 restantes en el segundo año.