Sonó una alarma en el gobierno de Alfredo Cornejo porque se disparó la clausula gatillo. Según el organismo oficial que mide la inflación en Mendoza, el alza de precios acumulado en lo que va del año llegó en agosto al 17 por ciento. Se trata de la cifra de aumento salarial que la Provincia acordó o impuso por decreto, según el caso, a los gremios de estatales.
Así lo reveló el informe emitido este martes por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE). Ese estudio señaló que el nivel general del Índice de Precios al Consumidor del Gran Mendoza creció 2 por ciento el mes pasado.
La suba provincial fue superior a la que midió el INDEC para el mismo mes a nivel nacional: 1,4 por ciento. Pero el punto delicado para el gobierno mendocino fue que, con ese 2 por ciento de incremento, la Provincia cubrió en apenas 8 meses la proyección inflacionaria que había realizado para todo 2017. A esa proyección ligó el Gobierno, con mano dura, los aumentos salariales de este año.
El 17 por ciento de inflación acumulada en Mendoza es, además, superior al acumulado a nivel nacional en lo que va del año: 15,4 por ciento, de acuerdo con las cifras del INDEC.
En el Poder Ejecutivo provincial preveían que esto podía ocurrir y, por ello, venían admitiendo que podrían haber en los últimos meses del año reapertura de paritarias (así fue firmado con algunos gremios) y aumentos adicionales para los sectores a los que se les subió el sueldo por decreto.
Lo que no pronosticaban en el Gobierno era que se llegara al 17 por ciento tan pronto: esperaban que esa noticia se conociera recién en octubre. Desde el Ejecutivo mendocino confirmaron que las paritarias con los estatales se reabrirán, pero recién después de las elecciones del mes que viene.
El informe de la DEIE muestra, además, cómo incidieron los distintos rubros y productos en el aumento del 2 por ciento de inflación.
De acuerdo con ese cuadro, alimentos y bebidas tuvieron una variación del 0,9; transporte y comunicaciones, del 0,6; vivienda y servicios básicos, del 0,4; y atención médica y gastos de salud, del 0,2.
Otros rubros, como equipamiento y mantenimiento del hogar, tuvieron una variación del 0,1, mientras que educación y esparcimiento no tuvieron ningún tipo de aumento.
En la indumentaria, por último, la variación fue negativa: -0,2 por ciento.