La inflación golpea especialmente fuerte en 2018 y en estos 8 meses los salarios reales perdieron cerca del 9,5% de su poder de compra. Sucede que el alza de precios fue hasta junio del 24,3 mientras que los sueldos aumentaron un promedio del 12,5.
Hasta junio, la pérdida del poder del salario real rondaba el 5,9%, según los datos del INDEC porque en ese momento la inflación acumulada era del 16% mientras que los salarios habían subido poco más del 9. Sin embargo, la suba de precios adquirió una velocidad tal que aceleró exponencialmente la descomposición en la capacidad de compra de los trabajadores.
Tal como recuerda Clarín, la mayoría de las paritarias acordaron un aumento de entre 18 y 25% anual, pero en dos o tres partes no acumulativas, con algún bono por única vez y cláusulas de revisión. Muchos arrancaron con una primera cuota de entre el 8 y 14%, otra en la segunda mitad del año y la tercera a principios de 2019.
De este modo, hasta agosto los salarios subieron aproximadamente la mitad de lo acordado en paritarias y la segunda cuota quedó muy rezagada porque se negoció especulando con una inflación descendente, mientras que pasó todo lo contrario.
Agosto tuvo la mayor inflación del año -3,9%- mientras que en septiembre el deterioro salarial sería mayor ya que se estima una suba de precios de entre el 5 y 6%.
Además, la mayoría de las consultoras estima que 2018 cerrará con una inflación acumulada que rondará el 45% mientras que las paritarias que se acordaron lo hicieron con una pauta inflacionaria del 25, de modo que tendrán una caída de 20 puntos o un 13,8% menos de poder de compra.