Fue un fallo de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Ordenó que cese la intervención dispuesta por el Ministerio y que reconozca el proceso electoral que eligió a Mariana Berbeglia como secretaria General. Desde el gremio apuntan al rol de Claudio Aquino, el director de Asociaciones Sindicales, como el alfil de una jugada para mantener intervenido el gremio.
Luego de la realización de dos procesos electorales supervisados por las sucesivas intervenciones del Sindicato Único de Trabajadores de Ferias de la República Argentina (SUTFRA) en los que se impuso la lista que lideraba Mariana Berbeglia, la Justicia le ordenó al Ministerio de Capital Humano que la reconozca como secretaria General.
Es que, a pesar de haber estado intervenido y tener el control de lo que ocurría, desde la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales argumentaban que Berbeglia no podía asumir al frente de la organización por no cumplir con todos los requisitos previstos.
La justicia, más específicamente la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, abrió una investigación y ordenó suspender la última intervención dispuesta por el Gobierno. Ello implica que se reconozcan a las autoridades electas por los afiliados.
La controversia llevó a que la propia Berbeglia haga una presentación en la cartera de Capital Humano el pasado 28 de octubre. El escrito, al que tuvo acceso InfoGremiales, le solicita a Claudio Aquino, el Director Nacional de Asociaciones Sindicales que rectifique la declaración en la que aseguraba que ella no era afiliada del gremio y lo acusó de «actuación administrativa ilícita».
Adicionalmente, se reclama que se abra un sumario para investigar el fondo de la cuestión y califica de «indecoroso e ilegal» el comportamiento de Aquino en el caso. Sería parte de un plan algo más profundo.
La Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales (DNAS) es una de las áreas más sensibles de la Secretaría de Trabajo, por la que ya han pasado varios funcionarios y sobre la que pesa la sospecha bien fundada de manejos poco claros en lo que tiene que ver con las certificaciones requeridas por los gremios para poder funcionar normalmente. De hecho su número dos, Martín Aguirre, fue desplazado hace apenas algunas semanas por suspicacias en el tratamiento de los trámites.
Aquino, padre del humorista Guille Aquino, es abogado y tiene un pasado cargado de relaciones de asesoramiento en negociación colectiva. Fundamentalmente se dedicó a trabajar para empresas y cámaras empresarias.
Fue designado en febrero al frente de la DNAS, cuando todavía era secretario de Trabajo Omar Yasin, a pesar de que se manifestó en varias oportunidades como un acérrimo opositor al modelo sindical argentino de unicidad promocionada.