La número dos de la Secretaría de Trabajo, Claudia Testa fue oficializada la semana pasada. Se suma a un equipo plagado de funcionarios con fuerte influencia de los empresarios. Además, desde los gremios apuntan al rol de un laboralista que recorre los sindicatos y ofrece servicios de «gestión».
Claudia Testa, fue oficializada hace algunos días como Subsecretaria de Relaciones del Trabajo de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social del Ministerio de Capital Humano. Llega a Nación luego de cumplir funciones como Directora General Relaciones del Trabajo de la Secretaria de Trabajo y Empleo en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y haber sobrevivido al cambio de gestión de Horacio Rodríguez Larreta a Jorge Macri.
En su paso por la gestión porteña supo cosechar buenos vínculos con algunos gremios poderosos, pero lo que más preocupa en los pasillos gremiales es su llegada a diferentes grupos empresarios que suelen tener negocios en el universo sindical.
De hecho, en uno de sus primeros movimientos como número 2 de la Secretaría pidió acceso a expedientes delicados de un gremio, que según pudo saber InfoGremiales, hoy está atravesado por una fuerte interna. El interés particular llamó la atención en el entorno del propio Julio Cordero. ¿Tratará de mover su influencia?
Y hablando de influencias empezó a recorrer los sindicatos un abogado de apellido Herrera. Se presenta como lugarteniente del Director Nacional de Asociaciones del Trabajo, Claudio Aquino. Nadie sabe si es cierto, pero lo que es claro es que ofrece sus «servicios» con cuantiosos honorarios a cambio de gestionar expedientes.
Según los testimonios recabados de diferentes organizaciones a las que visitó, Herrera dice ser un intermediario y asegura que puede aceitar trámites sensibles que de otra manera podrían enfrentar demoras significativas y significar problemas de difícil resolución.