Lo indicó un estudio privado de la consultora Ecolatina que señaló al sector público y a la construcción como los que sufrieron el mayor impacto. La recesión implicó una pérdida de 120 mil puestos de trabajo al cierre del primer trimestre del año, con el sector público y la construcción entre los más golpeados.
Un trabajo de la consultora Ecolatina indicó que desde el último pico de actividad en agosto de 2023, se perdieron casi 83 mil puestos de trabajo formales netos (-0,6%).
El informe añadió que si se acota al primer trimestre la caída se hace algo más profunda al llegar a 120 empleos (-0,9% desde diciembre).
Los asalariados públicos y privados registraron, en conjunto, una pérdida de casi 165 mil puestos de trabajo (-96 mil y -69 mil, respectivamente).
Por su parte, el cuentapropismo registrado -principalmente monotributo- sumó alrededor de 40 mil empleos, lo cual moderó el impacto sobre el total del empleo formal.
El ajuste del sector público no solamente impactó en la planta del Estado, sino también en el sector de la construcción producto de la parálisis de la obra pública (tampoco la obra privada siguió un sendero muy diferente en el recesivo primer trimestre).
En este sentido, se perdieron más de 42 mil empleos formales en este sector, representando una caída del 10%. Los otros sectores que más se vieron afectados en el comienzo del año fueron actividades empresariales (-11 mil empleos formales) y la industria (-10 mil), principalmente afectada por el freno en la actividad textil, metalmecánica, entre otras industrias ligadas a la construcción.
Ecolatina sostuvo que “el desplome de la actividad económica durante el primer trimestre no se tradujo en una caída sustancial del empleo asalariado del sector privado, excepto en el caso de la construcción. En parte, esto responde a que los costos asociados a los cambios en el personal desincentivan a las empresas a reaccionar rápidamente a los vaivenes”.