La obra social de los militares Iosfa le pedirá la renuncia de 45 gerentes, subgerentes y jefes

El nuevo presidente la obra social de los militares Iosfa que representa al Gobierno anunció que le pedirá la renuncia a 45 trabajadores de puestos administrativos jerárquicos. Aunque fuentes internas aclararon que «no significa que al final se vayan todos», si remarcaron que hay una deuda acumulada de unos 105 mil millones de pesos y una estructura sobredimensionada por gestiones anteriores. Sobre el reclamo que sostienen las fuerzas desde 2013 para recuperar la caja de la obra social, Roberto Fiochi aclaró que seguirá en manos del Ministerio de Defensa.

El nuevo presidente del Instituto Obra Social de las Fuerzas Armadas (Iosfa), Roberto Fiochi, anunció una serie de medidas drásticas para enfrentar una deuda acumulada de $105.000 millones. Entre las principales acciones, Fiochi pedirá la renuncia de 45 gerentes, subgerentes y jefes de la obra social, con el objetivo de reducir una estructura administrativa que considera sobredimensionada. Esta decisión es parte de un plan de reordenamiento que busca optimizar los recursos y mejorar la eficiencia del sistema, que atiende a más de 650.000 afiliados en todo el país, siendo la tercera obra social estatal más grande del país, solo superada por el PAMI y el IOMA.

“Es una decisión tomada. No significa que al final se vayan a ir todos”, explicó a La Nación una fuente cercana a la entidad.

La deuda que enfrenta el Iosfa es atribuida en parte a gestiones administrativas anteriores que acumularon personal en áreas no esenciales, como el turismo, donde aseguró que trabajan unos 800 empleados. Según fuentes cercanas a la entidad, también se reforzarán los controles internos para garantizar que los fondos se utilicen de manera eficiente, asegurando así una mejor calidad en las prestaciones de salud.

Además, la nueva gestión decidió archivar el plan de tercerización de servicios que impulsó el anterior presidente, Oscar Sagás, y que fue muy cuestionado tanto por sectores gremiales como por el propio Directorio de la obra social, compuesto por representantes de las Fuerzas Armadas y otras instituciones. La tercerización había sido percibida como una «privatización encubierta», y ahora Fiochi buscará optimizar las prestaciones dentro del marco actual, sin recurrir a proveedores externos que no cuenten con consenso.

Pese a la presión histórica de sectores militares que exigen la devolución de la obra social a manos de sus afiliados, la gestión de Fiochi no se ha comprometido a ello y mantiene el esquema actual. Desde 2013, bajo un decreto de Cristina Kirchner, el Ministerio de Defensa administra el Iosfa, unificando las obras sociales de las tres ramas de las Fuerzas Armadas. La dirección de Fiochi apunta ahora a reconstruir el diálogo con el Directorio y reestructurar la obra social en áreas estratégicas para mejorar el servicio a los afiliados sin comprometer los recursos destinados a salud.