El viaje relámpago de Ramón «Zapallo» Ayala, fue realizado en la antesala de la cumbre desarrollada ayer con vistas al nuevo Pacto Social, organizada por el Gobernador Juan Manzur, para reunir a la cúpula sindical de la CGT con los máximos referentes de la Unión Industrial Argentina y el candidato a Presidente de la Nación por el Frente de Todos, Alberto Fernández.
Si bien, Ayala no participó de las instancias de diálogo entre empresarios y sindicalistas, ni tampoco asistió al acto relanzamiento de la campaña de Alberto Fernández, el sucesor de Gerónimo «Momo» Venegas se ocupó de reunirse y mostrarse en público con el gobernador más activo en la campaña presidencial del ex Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
Sabido es que algunos integrantes del Consejo Directivo Nacional de UATRE y otros representantes gremiales de la pata sindical del macrismo se habían puesto en tratativas con operadores del albertismo para empezar a preparar lo que sería el colectivo salto en garrocha que los gremialistas macristas preparan para, con la excusa de la reunificación de todo el arco sindical, darle fin a su sociedad político gremial con el macrismo.
Ayala, rápido de reflejos aprovechó la situación para intentar ponerse al frente de las instancias dialógicas, evitando así el desbande de su tropa y apostando a revalidar su rol como representante del remanente de dirigentes gremiales que todavía transitan su experiencia PRO.
Pero para disimular su pretendida retirada y su negativa intención de ser fiel al macrismo acompañando a la gestión PRO hasta su tumba, el secretario General de los trabajadores rurales recurrió a Tucumán acompañado del Diputado Nacional Pablo Ansaloni, un legislador nacional de extracción rural que todavía milita orgánicamente dentro del partido macrista.
La postal que atestigua el encuentro entre el referente de la UATRE que aspira a prorrogar su mandato a nivel nacional, fue difundida por la prensa oficial del gobierno tucumano.
Así, con la preocupación compartida por el pago de los planes intercosecha como excusa formal de la reunión con el gobernador albertista, Ayala visitó la provincia de Tucumán para empezar a abandonar el barco amarillo. De paso aprovechó el encuentro para hacer lobby con los operadores judiciales que podrían neutralizar todas las denuncias impulsadas por los sectores disidentes de la delegación tucumana de UATRE, quienes hace tiempo vienen denunciando maniobras implementadas por el oficialismo rural con el único objeto de excluir a los sectores disidentes del proceso electoral que culminará el próximo 27 de septiembre, con la renovación de las autoridades de todas las seccionales de UATRE del país