La pobreza ya alcanzó al 30% de los trabajadores en relación de dependencia, con descuento jubilatorio, obra social, aguinaldo y vacaciones pagas; mientras que entre los “asalariados precarios” supera el 70%, según un reciente informe. En este contexto, casi 3.000.000 de personas se encuentran en esa situación.
«Uno de los hallazgos más importantes es la creciente presencia de ‘trabajadores pobres’, quienes, a pesar de estar empleados, no logran superar la línea de pobreza», resalta el informe “Pobreza, distribución del ingreso y clases ocupacionales” de Eduardo Chávez Molina y José Rodríguez de la Fuente, del Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG) de la UBA publicado por Ámbito Financiero.
El fenómeno de «trabajadores pobres» está en el centro del debate público hace, al menos, un par de años cuando pareció comenzar a extenderse entre los empleados formales del sector privado.
Se calcula que casi 3.000.000 de trabajadores en relación de dependencia se encuentran en situación de pobreza, ya que la totalidad de los trabajadores registrados según la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) es de 6,2 millones y extrapolado a la población total es de 9.943.921. «Esto evidencia que el empleo formal, aunque brinda cierta protección, no es suficiente para mitigar el impacto de la crisis», resaltaron.
Otros casi 4 millones de personas que pertenecen a los “asalariados precarios” también están bajo la línea de pobreza y no llegan a cubrir la canasta básica.
La pobreza alcanzó al 52,9% de los argentinos, mientras que la indigencia afectó al 18,1%, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC). Extrapolado a la población total, esto implicó que unos 24,8 millones de argentinos están en condiciones de pobreza, mientras que otros 8,5 millones están en situación de indigencia. Del informe, además, se destaca que dos tercios de los niños, niñas y adolescentes son pobres (el 66,1% del total).
El incremento de la pobreza en los últimos meses, según explica el informe, estuvo impulsado por la caída del poder adquisitivo en el sector de trabajadores registrados, cuyos aumentos salariales no han seguido el ritmo de la inflación.
«Al analizar la relación entre pobreza y horas trabajadas, se destaca el incremento en el porcentaje de trabajadores regulados que son pobres, en especial los sobreocupados, cuyo número ha crecido en aproximadamente 20 puntos porcentuales, mientras que los ocupados plenos y los subocupados han aumentado alrededor de 15 puntos porcentuales», resaltaron en el informe, que deja entrever que tener más horas de trabajo no garantiza mejores condiciones económicas.