Los trabajadores de la Prosegur VN Global reclamaban que se sostengan sus empleos tras el cierre del call center con el que atendían a Santander Río. La policía porteña porteña llegó y comenzó a empujarlos para quitarles los elementos de protesta. Le pegaron a una delegada.
La empresa VN Global Bpo, que pertenece a Prosegur, cerró su cuenta de call center con el Banco Santander Rio. La determinación produjo que más de cincuenta trabajadores se queden sin tareas.
En ese contexto los trabajadores pidieron la reubicación de sus puestos de trabajo y la conservación de sus empleos. La empresa se negó.
Los trabajadores denunciaron que la respuesta de la empresa fue «encerrar a los trabajadores en una oficina para que acepten una indemnización del 50% o intimidarlos a renunciar».
El siguiente paso de los trabajadores fue acercarse a las oficinas del Sindicato de Comercio Capital. Allí realizaron la denuncia contra la empresa y el gremio se hizo presente en el día de hoy en las instalaciones.
Los delegados y delegadas de Comercio ingresaron por la mañana a la empresa juntó a parte de la Comisión Directiva del gremio para realizar una asamblea.
La determinación de la empresa fue llamar a la policía de la ciudad, que se hizo presente en el lugar de una manera muy violenta y desafiante impidiendo el normal desenvolvimiento gremial.
«Los efectivos policiales, sin ningún tipo de acta, intentaron arrebatarle los bombos a los delegados y delegados, los cuales se estaban manifestando. Policías hombres empujaron y les pegaron a las delegadas presentes entre ellas, Sabrina Paredes, Comisión Directiva de Comercio», explicaron desde el gremio.
«Además, los retuvieron por más de dos horas, sin dejarlos salir del establecimiento», agregaron.
El gremio denunció a la empresa y a la policía por daños y lesiones y notificaron que están en alerta y movilización con posibles asambleas sorpresivas.