La presión que transmitió el SMATA a los 6.000 operarios que trabajan en la planta de Toyota en Zárate logró la aprobación por mayoría de una reforma laboral antes impensada. Trascendió el discurso que dio el dirigente histórico del sindicato Iván «El Doma» Almirón, hombre de confianza de Ricardo Pignanelli, al quien le adjudican el triunfo del proyecto.
El sitio mendocino MDZ consiguió la grabación del discurso de Almirón, gracias al que convenció a sus 6 mil compañeros de trabajo de aprobar este nuevo régimen laboral por mayoría.
“Vamos a hablar de la modificación en nuestro esquema de trabajo. Vamos a tener dos días de descanso», abrió. «El domingo, el franco es fijo. Después vamos a rotar un lunes, a la otra semana rotaremos un martes y así hasta llegar al sábado”, explicó.
Es decir, los trabajadores de Toyota perdieron los fines de semana a cambio de un dinero extra: “Para esto, también le pedimos a la empresa que el día sábado nos pueda dar un plus. Entonces, la empresa nos va a pagar un 50% más de lo que vale un sábado.”
La reforma no se aplicó desde la derrota sino desde el esfuerzo conjunto para que la automotriz aumente su producción en el país y eso genere empleo: “Para eso, necesitamos la aprobación de todos nosotros. Necesitamos estar todos convencidos de que queremos llevar esta fábrica a otro nivel»
Almirón recordó otros episodios que requirieron esfuerzo extra: «En 2008 nos pasó, en 2012 nos pasó de tener que hacer el esfuerzo para garantizar el crecimiento y ese crecimiento significa más compañeros, más puestos de trabajo.»
La reforma también incluyó una mirada altruista: «Hoy estamos hablando de que si esto sale bien si esto se aprueba, vamos a tener la posibilidad de que 1.000 compañeros contratados, que ya algunos están cumpliendo los cuatro años, puedan quedar efectivos.», y agregó: » Estamos hablando que de acá al 2023, si esto sale bien y con el esfuerzo de todos ustedes, con la aprobación de ustedes, podemos lograr 3.500 puestos de laburo más.»
Antes de que se aprobara la reforma, trabajar los sábados era opcional, sin embargo Almirón aseguró que la gran mayoría ya iba y sin cobrar el plus: “El 80% de los compañeros vienen el sábado y hay un porcentaje que no viene. Entonces, la fábrica nos pidió cambiar la forma de laburo. Entonces, el mensaje nuestro es tratar de convencerlos a ustedes de ir por un camino de crecimiento, de ir por un camino donde vamos a tener más compañeros al lado nuestro”.
«El Doma» afirmó sincero que el pedido llegaba directamente de la empresa, que les dijo que si no se aprobaba, los 1000 contratados se quedaban en la calle, la producción no iba a aumentar y se iban a perder de crear los otros 3500 prometidos para 2023: “Esto es una parte de la negociación. La otra parte, la más fea, también se la vamos a decir. Si esto no se aprueba, si esto no sale, este proyecto se tiene que suspender.»
«Nos quedaremos en las 120.000 unidades, pero tampoco va a haber crecimiento y tampoco los compañeros que están contratados van a seguir perteneciendo a la fábrica. Van a pertenecer a ese índice de desempleados. Entonces, creo que tenemos que ser solidarios.», señaló el dirigente de SMATA. «Todos sabemos la realidad de la calle, sabemos la realidad del país y sabemos lo importante que es asegurar 3.500 puestos de trabajo.»
Sin embargo los tranquilizó, «la única manera va a ser por la aprobación de cada uno de nosotros porque esto se va a hacer si estamos todos de acuerdo.”
La flexibilización laboral en Toyota Argentina se votó a mano alzada entre todos los operarios y se aprobó por mayoría. La firma japonesa aplicó una semana de 5×2 y así cubre el bache de los sábados. Paga algo más de 8 mil pesos adicionales por sábado a cada empleado de la célula a la que le toque trabajar. Además pasaron a 1.012 operarios a planta en septiembre.
La modificación de la semana laboral de Toyota es la primera que se implementa en el sector. De hecho se convierte en el primer paso para modificar el convenio colectivo de los mecánicos en busca de mayor productividad.