La ausencia de consenso entre los trabajadores de los establecimientos sobre los términos del acuerdo final que habían rubricado Armando Cavalieri, en la cartera a cargo de Jorge Triaca, con el responsable legal de Carrefour, abre un signo de interrogación sobre el futuro del entendimiento.
Es que una vez que se conoció la letra chica de lo firmado, los empleados de la multinacional francesa detuvieron la actividad en todos los locales porteños. La medida demostró una importante organización en la firma y la falta de control del líder mercantil sobre ese conflicto.
Ahora, sin que llegara a mediar una reunión entre directivos de Carrefour con el sector opositor del gremio de Empleados de Comercio, algo que en un primer momento se había anunciado, el Ministerio de Trabajo decidió habilitar la instancia de Conciliación Obligatoria por 15 días.
El sábado los representantes de base se habían reunido con autoridades de la compañía para discutir algunos términos del acuerdo firmado en el marco del Procedimiento Preventivo de Crisis y aspiran a poder sentarse a la mesa de negociaciones y correr a Cavalieri de allí.
La conciliación implica, en la práctica, que la empresa no podrá poner en marcha el plan de reestructuración en los próximos 15 días, por lo que los delegados de Carrefour entienden la medida como un logro.
Desde Trabajo dijeron ayer que el acuerdo, a pesar del descontento en los locales, sigue su curso hacia la homologación, y no se ve ni afectado ni interrumpido por la Conciliación Obligatoria. Sin embargo, el sábado mismo quedó demostrado que Cavalieri no logra garantizar el manejo de la paz social, algo que había firmado el viernes, por lo que se abre un interrogante sobre el futuro de la pactado.