La poderosa empresa láctea La Serenísima avanza con el cierre del depósito logístico que posee en el parque industrial de Burzaco, donde trabajan 137 empleados del gremio de Lecheros. La decisión fue comunicada a principios de año con la promesa de mantener los empleos, pero hasta ahora no hay garantías por escrito de que se respetarán las fuentes y condiciones de trabajo.
El conflicto llegó a la mesa del ministro laboral bonaerense Oscar Cuartango, que instó a llevar adelante una negociación entre las partes. “La empresa asegura que va a ampliar y refaccionar su sede de Longchamps, para poder traspasar a todos los empleados, pero hasta ahora no tenemos la seguridad de que se cumpla”, alertó Oliva al sitio La Política On Line.
La Serenísima, empresa láctea argentina asociada a la firma francesa Dannone, acusó mermas en ganancias y por eso decidió cerrar su depósito y centralizar todo el trabajo en Longhamps.
Oliva, que además es un concejal de Facundo Moyano en el distrito conducido por Darío Giustozzi, adelantó que este miércoles tendrán una reunión con representantes de la empresa y las comisiones internas de las dos sedes, a casi 5 kilometros de distancia.
El gremio de la CGT insistirá con mantener “los puestos y la calidad del trabajo, los derechos adquiridos, servicios de comedor, vestuario, estacionamiento, descanso y salarios”. Se trata de 137 trabajadores, entre el centro de distribución, asistentes de seguridad y servicios auxiliares.
Pero entre las dos sedes se computan cerca de 500 trabajadores. Además, el gremio mantiene una disputa con la empresa por la efectivización de 18 empleados contratados por agencias externas para cubrir puestos temporales, pero ya que pasaron los tres meses de prueba y “deben ser incorporados como trabajadores de planta”, denunció Oliva.