En declaraciones a Télam, Antonio Caló admitió que «la situación es sumamente crítica y no sólo para los metalúrgicos, sino para miles de trabajadores de la industria nacional que día a día ven mermar las fuentes de trabajo, y todos sabemos lo que significa para una familia la pérdida del empleo».
«Nosotros tenemos en estos momentos un caso testigo que es Banghó, cuya conciliación obligatoria vence hoy (por ayer) y no sabemos que va a pasar mañana con los casi 200 trabajadores», explicó.
Al respecto, el dirigente metalúrgico puntualizó que «todas las gestiones que hemos hecho con los funcionarios incluso con el propio presidente Mauricio Macri fracasaron, porque el Gobierno no quiere suspender la medida de bajar a cero los aranceles para las notebooks y tablets».
«Eso hace peligrar alrededor de 7.000 fuentes laborales de la industria informática por abrir las importaciones de productos extranjeros y esa situación ya se vivió en los 90′ y, la UOM pasó a tener 60.000 de casi 300.000 afiliados», subrayó.
En ese sentido, el máximo dirigente de la UOM sostuvo que «ante esta situación y los más de 20.000 metalúrgicos afectados entre suspendidos y despedidos, no nos queda más remedio que salir a la calle para defendernos».