Las empresas industriales consideraron, mayoritariamente, que la situación económica empeorará el año que viene y marcaron a la deuda comercial como uno de los principales inconvenientes a afrontar, de acuerdo a la encuesta de expectativas que realiza la Unión Industrial Argentina (UIA). El 16% de las consultadas, en su mayoría Pymes, redujo su cantidad de empleados, por debajo del 12% que la aumentó.
El relevamiento a más 550 empresas indicó mayores tensiones en el entramado productivo ya que, de acuerdo a la mirada de las firmas, se agudizaron las dificultades para sostener los niveles de producción.
Asimismo, en las restantes variables relevadas por la UIA (ventas, exportaciones, empleo e inversiones) predominaron las empresas con caídas por sobre las que registraron subas, de acuerdo al relevamiento que se realiza cada tres meses.
Con respecto al entorno macroeconómico, las compañías manifestaron su preocupación por la imposibilidad de acceder a insumos críticos para la producción y destacaron el aumento de la deuda comercial y la creciente tensión en la relación con los proveedores.
Los resultados se desprenden de un relevamiento realizado por la entidad fabril a más de 550 empresas a lo largo de la primera quincena de noviembre.
Por otra parte, el Monitor de Desempeño Industrial, que adelanta el ciclo de actividad fabril, volvió a ubicarse en octubre por debajo de 50, lo que «refleja las tensiones en la esfera productiva», subrayó la entidad.
Puntualmente, el indicador alcanzó en esta oportunidad el mínimo histórico con un nivel de 34,7 (-7,9 p.p. en comparación a octubre 2022), lo que conformó la sexta baja consecutiva.
En lo que respecta la producción, durante octubre volvieron a predominar las empresas con caída por sobre aquellas con subas. Fue el quinto relevamiento consecutivo con esta tendencia. En ese marco, «se identificó que el 44% de las empresas encuestadas registró una merma, mientras que sólo el 15% de ellas indicaron un incremento».
Las ventas en el mercado interno mostraron una tendencia similar a la producción, con un predominio de las firmas con decrecimientos en las ventas (50%) respecto de las que mostraron mejoras (18%).
En cuanto a las exportaciones, un 46% de las compañías registró declives en sus envíos externos frente a sólo un 11% con incrementos.
«La evolución de la producción y ventas se asocia en parte a las restricciones de oferta que enfrentan las empresas, con mayores tiempos de entrega de proveedores y caída de los stocks de insumos», señaló el trabajo de la UIA.
El 61% de las empresas dio cuenta de que su stock de insumos y materias primas cayó.
También se registró un deterioro en el empleo, que hasta el relevamiento previo era el único indicador en el que las empresas con subas eran las mismas que aquellas con caídas. En cambio, en octubre las empresas con mermas (16%) superaron a aquellas con aumentos (12%).
En el caso de las pequeñas y medianas industrias (que representaron el 95% de la muestra) se observó una situación similar a la del entramado general, con desmejora de los indicadores.
En relación al entorno macroeconómico, continuaron los problemas para realizar los pagos al exterior presionando sobre la deuda comercial. Las firmas encuestadas manifestaron su preocupación por la imposibilidad de acceder a insumos críticos para la producción y destacaron la creciente tensión en la relación con los proveedores.
En lo que respecta a las expectativas, en un entorno de deterioro, las empresas consideraron que la situación económica actual está peor que hace un año.
«Finalmente, se vuelve a observar una peor perspectiva sobre la situación de la empresa y los sectores de actividad. En ambos casos predominan las empresas que creen que la situación empeora el próximo año», resaltó la UIA.