Finalmente lo lograron. Tras hacer trascender una selfie en la que anticipaban las negociaciones, moyanistas, Gordos, Independientes y el barrionuevismo se mostraron juntos, dieron una señal de aguas calmadas y ratificaron la necesidad de reunificar el movimiento obrero en una única CGT. «Los intereses esenciales de los trabajadores son inalterables en lo sustancial», dijeron y convocaron a un plenario general de organizaciones gremiales para fines de noviembre o principios de diciembre próximo.
En un encuentro realizado en el Hotel Castelar de Buenos Aires, los gremialistas debatieron sobre la necesidad de la reunificación obrera y señalaron en un documento titulado «El camino de la unidad para garantizar la producción y el trabajo» que «los intereses de los trabajadores son inalterables, de forma independiente a los contextos políticos, sociales o económicos».
«Desde el surgimiento del peronismo, el sindicalismo siempre se orientó a la búsqueda de soluciones para los problemas del país, lo que conlleva la necesidad de la unidad del movimiento obrero como herramienta indispensable para alcanzar esas metas. No es casual que cada vez que los procesos democráticos fueron interrumpidos, los usurpadores del poder persiguieron brutalmente a los gremios y trabajaron activamente para quebrantar la unidad», indicó el documento firmado por 24 dirigentes participantes en el encuentro de ayer.
También sostuvieron que «la mejora permanente de la calidad de vida colectiva-laboral, familiar e individual de los trabajadores fue, es y será el eje del quehacer sindical, defendiendo siempre los derechos sociales y transformando a la sociedad».
Los dirigentes subrayaron que, por ello, «es preciso defender lo logrado y modificar algunas condiciones objetivas para posibilitar una transformación que garantice la sociedad de bienestar».
«A pesar del crecimiento económico y el importante gasto social realizado de forma permanente durante años, hay que trabajar para atenuar la brecha entre los que más y menos tienen. Los gremios tienen un rol insustituible en la representación y gestión colectiva de los intereses sociales de los trabajadores como herramienta de esa transformación a defender», puntualizaron.
El documento aprobado en el Castelar añadió que «la democracia que se logró consolidar entre todos los argentinos, que lleva 32 años, necesita un movimiento obrero unido y solidario para consolidar el desarrollo productivo y sostener el crecimiento del trabajo como factor fundamental del equilibrio social».
Indicaron que la dirigencia obrera asume su responsabilidad, aunque demanda a quien tenga la responsabilidad política de conducir los destinos del pueblo desde el 10 de diciembre y a todos los sectores representativos de la sociedad que con «una actitud constructiva y patriótica lleven a la Nación al camino del crecimiento con inclusión social para garantizar una comunidad organizada y con plena justicia social».
«Es esencial al respecto sostener y afianzar el modelo de sindicatos nacionales por actividad que, por tradición histórica y nivel de representación, es orgullo de los trabajadores y ejemplo para los de todo el mundo. Y mantener la negociación colectiva libre, por rama de actividad, y la convocatoria anual del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil para garantizar la redistribución del ingreso», aseguraron.
Los sindicalistas también se pronunciaron por asegurar el financiamiento del sistema de salud de los trabajadores y sus familias como factor determinante de la inclusión social.
En el Castelar fueron oradores José Lingeri (obras sanitarias); Gerardo Martínez (construcción); Carlos West Ocampo (sanidad); Gerónimo Venegas (rurales y estibadores); Juan Schmid (dragado y balizamiento); Armando Cavalieri (comercio); Rodolfo Daer (alimentación); Roberto Fernández (colectiveros); Alberto Roberti (petróleo y gas privados); Omar Maturano (La Fraternidad); Andrés Rodríguez (UPCN); Omar Plaini (canillitas); Hugo Moyano (camioneros) y Víctor Santamaría (porteros de edificios).
Las fuentes gremiales indicaron que, por distintas razones, no concurrieron pero adhirieron Amadeo Genta (municipales) y Guillermo Pereyra (petroleros patagónicos), entre otros.
También estuvieron Juan Brey (aeronavegantes), Roberto Coria (guincheros), Oscar Mangone (gas), Carlos Bonjour (deportivos), Carlos Mancini (Ceamse), Carlos Sueiro (aduanas), Abel Frutos (panaderos), Raúl Epelbaum (señaleros), Héctor Daer (sanidad) y Mario Calegari (colectiveros).
La movida ahora deja la pelota en el grupo de gremios nucleados alrededor del MASA que resisten la movida de unidad e insisten en esperar a que Antonio Caló termine su mandato a mediados del año próximo para charlar sobre la reunificación de la CGT.