Se estimaba desde hace varios días, pero se terminó de confirmar hoy. La Unión Ferroviaria no adherirá al paro convocado para el jueves 10 de abril por Hugo Moyano (CGT Azopardo) y Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca).
La postura tiene dos razones: el alineamiento del sindicato a la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló, y porque participar de la huelga sería, según un comunicado emitido por la organización, una “actitud contradictoria” con los pasos que vienen dando.
En voz baja, un hombre de peso en Ferroviarios, le indicó a Info Gremiales que la huelga del 10 de abril tiene “un evidente tinte político”. Y agregó, sin rodeos: “Un paro en el que participa la Sociedad Rural no es de los trabajadores”, en alusión a la participación que prometió el presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere.
La decisión de los ferroviarios se homologó luego del plenario nacional, en el que optaron por correrse de la medida de fuerza aunque admitieron “reivindicaciones comunes” como la revisión del piso del impuesto a las ganancias, las obras sociales y los haberes previsionales, “temas que son agenda de la CGT y que están siendo tratados en ese órgano”. Citando a Juan Domingo Perón, la UF deslizó una crítica por la circunstancia en la que Moyano y Barrionuevo llamaron a realizar la medida (“La justicia social se logra con inteligencia y organización, y cuando es preciso con la lucha”).
Además de rechazar la adhesión al paro general, en el encuentro nacional –que se hizo en el salón auditorio de la sede central del sindicato y que contó con la presencia de los secretarios generales de las distintas seccionales ferroviarias y del ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo– se celebró la reconstrucción del sistema ferroviario, se discutió sobre la política para lograr un Convenio Colectivo de Trabajo Único para la actividad y también sobre las paritarias del sector.
Además, en el cónclave se informó la puesta en marcha, en el último mes, del Centro de Formación, Capacitación y Estudios Ferroviarios.