En la jornada de ayer la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) presentó formalmente ante las cámaras empresarias el pedido de un bono de fin de año para todos los trabajadores de la actividad de 5 mil pesos para paliar el desfasaje de precios que se produjo especialmente en las últimas semanas.
El reclamo, resuelto en la última reunión de Consejo Directivo de los metalúrgicos, va en línea con lo decidido y difundido días atrás por la CGT oficial que conduce el propio Antonio Caló.
El año pasado gremio y los empresarios habían llegado a un entendimiento que contemplaba el pago de un bono extraordinario de dos mil pesos a pagarse en dos tramos en los meses de enero y febrero. Por el momento no hay avances en las negociaciones, por lo que la UOM se mantiene expectante.
En paralelo, la seccional porteña del gremio hace semanas negocia directamente con las empresas el pago de una compensación de fin de año para sus trabajadores. Las suma requerida es de 4 mil pesos y ya fue otorgada en algunas firmas. En caso de que a nivel nacional se establezca un acuerdo general será absorbida.
Mientras tanto los metalúrgicos siguen con atención el desarrollo de las variables económicas y su impacto en el empleo. Si bien todavía no se produjeron consecuencias en la seccional porteña, temen que una apertura de importaciones puede generar un impacto negativo en los puestos de trabajo.
Además desde el gremio se muestran preocupados por la falta de intervención estatal y el retiro de las políticas púbilcas en la economía. Una primera señal de alarma se produjo en la industria siderúrgica actualmente en crisis por los costos internacionales, donde la UOM sostiene importantes tensiones con Techint y su intención de reducir personal y producción.