Los trabajadores metalúrgicos de Río Grande iniciarán mañana en Tierra del Fuego un paro de 48 horas en reclamo de puestos de trabajo y mejores condiciones laborales y salariales.
Se trata de los empleados de la zona franca de productos electrónicos que el año pasado fueron golpeados por la apertura de importaciones.
«La diferencia entre la dotación existente en el transcurso del año pasado y el actual, alcanza en toda la provincia en el sector metalúrgico a 5 mil puestos de trabajo, teniendo en cuenta a Ushuaia y Río Grande», recordó el diputado nacional y jefe de la UOM Río Grande, Oscar Martínez.
La huelga fue ratificada tras un congreso de delegados y asambleas de fábrica que rechazaron la nueva propuesta salarial de la federación del sector.
Según Martínez, el paro que se concretará el 4 y 5 de julio solicita el sostenimiento de «los puestos de trabajo, condiciones laborales -fundamentalmente relacionadas a las ART- y el salario». Los empresarios agrupados en la federación AFARTE ofrecieron un incremento del 19,5 por ciento en los salarios, que se terminaría de percibir en 2018.
Martínez denunció que los empresarios buscan «producir con menores salarios, mayor esfuerzo de los trabajadores, peores condiciones laborales y en muchos de los casos desconociendo la realidad de la propia provincia».
Y, dijo que sobre los tres puntos que vienen planteando en el debate «las condiciones de trabajo -fundamentalmente las ART- la continuidad laboral y como tercer punto el salario, no se ha modificado prácticamente la propuesta».
Incluso, mencionó que desde AFARTE «insisten en condicionar cualquier incremento que se pueda dar a condiciones de competitividad; algo que ha sido rechazado por el Congreso de Delegados en primera instancia, por las asambleas con posterioridad, en un debate que se ha dado en todos los turnos».
El sindicalista advirtió que «no descartamos, por este análisis profundo que ha hecho la organización en todos sus espacios, avanzar en un paro por tiempo indeterminado después de cumplir con este paro de 48 horas».
En ese marco, aseguró que resolvieron el plan de lucha «como única alternativa para hacernos fuertes y firmes en nuestro reclamo».