«El Consejo Directivo Nacional de la UTA adhiere al paro general del 6 de abril», abre un comunicado enviado por el gremio liderado por Roberto Fernandez que despeja las últimas dudas sobre la posición de los colectiveros.
En el texto, firmado por el Consejo Directivo, sostienen que «el Gobierno tendrá que vivir la realidad de la situación económica que padecen los trabajadores». «No alcanzan los discursos, como tampoco prometer y no cumplir…», agregan, en clara alusión a las truncas mesas de Dialogo Social encaradas por Cambiemos que terminaron en incumplimientos de los empresarios.
«Hace mucho tiempo que los trabajadores estamos relegados, merecemos un proyecto serio que contemple la calidad de vida con justicia social», explicaron.
Además proponen como salida al conflicto la convocatoria de «una mesa de dialogo y consenso con los sectores del trabajo, partidos políticos, empresarios y la iglesia, basado en cinco políticas de Estado: Seguridad, Economía, Salud, Educación y Empleo y Producción».
Con al confirmación de la UTA, se termina de configurar la fisonomía de la huelga general del 6 de abril y le deja poco margen al Gobierno en su intento por mermar los alcances del paro.