La vicepresidenta de la Nación Victoria Villarruel se refirió a la reunión de ayer de la CGT, tras la que emitió un comunicado advirtiendo que no se quedará de brazos cruzados ante las medidas económicas. Le echó la culpa a la «herencia» y pidió prudencia para esperar a los hechos, dando a entender que los anuncios de Caputo no estarían firmes.
Luego de las medidas anunciadas en un video por el ministro de Economía, Luis Caputo, la CGT se reunió de urgencia, reclamó diálogo y dijo que mientras tanto «no se quedará con los brazos cruzados» ante los efectos que el plan de Milei tenga sobre los trabajadores.
Frente a la incertidumbre en que desde el Gobierno dejaron a todo el país, Héctor Daer dijo: «Todavía no sabemos la Argentina a la que vamos, solo nos dijeron que el ajuste era sobre otros sectores y está siendo sobre el pueblo».
Asimismo el cotitular de la CGT afirmó ayer en rueda de prensa que no tienen «interlocución con el Gobierno» y que no fueron convocados aún por ninguna autoridad de la Secretaría de Trabajo.
Frente a esto, Villarruel dijo que «Es un Gobierno de cuatro días, así que espero que la CGT sea lo suficientemente prudente como para esperar que se tomen las medidas y, además, no adelantarse».
Además reclamó que no empiecen «con un grado de agresión o conflictividad», que «no hace falta» porque «todavía no se especificó en los hechos». Lo que podría dar a entender que los anuncios de Caputo no están firmes.
Sus declaraciones las realizó a la salida de una reunión de gabinete con el presidente Javier Milei.