En un ambiente relajado, con mucho de catarsis, algo de optimismo y un transversal sentimiento de compromiso, la Corriente de abogados laboralistas 7 de julio -toma su nombre de la trágica Noche de las Corbatas, cuando la dictadura se llevó en una noche un grupo de abogados y algunos de sus familiares en la ciudad de Mar del Plata- despidió el año en un local de la zona de San Telmo.
Tres temas eran recurrentes entre los más de 200 presentes, uno, el marcado sesgo “pro mercado” que se empieza a notar en las decisiones administrativas y en los tribunales laborales en todo aquello concerniente al mundo del trabajo. La segunda, un casi unánime repudio al proyecto de ley de cambio sobre el régimen de las ART, para el cual auguraban un largo camino judicial que a la larga profundizaría la judicialización de esta temática. Por último, el marcado rechazo al traspaso de la Justicia Laboral a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires. Sobre este tema había posiciones de profundo raigambre técnico, como la que se le escuchó al Camarista Enrique Néstor Arias Gibert durante el profuso tapeo servido durante el inicio del ágape. Otros, como Leandro Macias -quien es una suerte de coordinador de la Corriente- tenía más enjundia al afirmar que el traspaso era “una táctica más en la estrategia del oficialismo de vaciar los derechos laborales”.
En las diversas mesas -en las cuales se sirvió un “menú de fiesta de casamiento” según un entusiasta abogado que dio cuentas rápidamente del creppe de verduras y del pollo al champigñon- se pudo ver a varios funcionarios del Ministerio de Trabajo de la gestión de Tomada, como a la ex Secretaria de Trabajo -Noemí Rial- y al otrora Subsecretario de Relaciones Sindicales, Alvaro Ruiz.
Estas presencias se complementaban con miembros de la Justicia – se pudo ver al Juez Roberto Pompa- y al ex Candidato a Jefe de Gobierno del FPV, Mariano Recalde. Varios miembros de diversos sindicatos -habituales clientes de la mayoría de los presentes- completaban el auditorio de la fiesta.
Si quedababa alguna duda respecto de qué lado está la Corriente 7 de Julio se disipó cuando, previo al brindis que propuso Leandro Macias, se oyó el “Vamos a volver”. Por mas que algunos maliciosos por lo bajo comentaban que la vuelta era a la barra libre que había empezado a funcionar y que -junto a la cumbias clásicas presentes en todas las fiestas- alentaba con tragos de todos los colores un sarao que se extendió mas allá de lo previsible.