El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, mantuvo una reunión privada y secreta con los empresarios más importantes del país la pasada semana. El motivo del encuentro habría sido la preocupación por la continuidad del gobierno en medio de la crisis institucional que provocó el nuevo pedido de asistencia al Fondo Monetario Internacional.
En el almuerzo del Jockey Club el juez «se mostró preocupado por muchos fallos del fuero laboral» y también que la Corte trabaja para proteger a las empresas en los litigios por empleados de empresas tercerizadas, según se reflejó en la prensa.
Por ello la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio le envió una nota en la que expresa su preocupación. El escrito, al que accedió InfoGremiales, los letrados sostienen que ese encuentro «resulta contrario al decoro debido teniendo presente sus responsabilidades» y «transmite un mensaje hacia la sociedad toda y en particular a los trabajadores y sus organizaciones, contraria a la imparcialidad que debe transmitir, al menos en cuanto imagen».
Además, le señalan que «con su accionar» genera «una enorme sospecha sobre su rol en el Supremo Tribunal respecto a todas las causas que involucren derechos laborales, por cuanto aquellos con quienes ha almorzado son representantes de los intereses contrarios a trabajadores y sindicatos, respecto a quienes la Corte que preside tiene muchas causas por resolver». Y le recuerdan que en los últimos fallos «sus votos han sido siempre contrarios a la posición de los trabajadores».
Para saldar dudas sobre lo ocurrido, los laboralistas le preguntan a Lorenzetti ¡Quienes fueron los asistentes a esa reunión y quién se estaba a cargo de las invitaciones a la misma?; ¡Si la misma fue coordinada con anterioridad al dictado del fallo “Rica”?; ¡Qué temas se abordaron durante la reunión?; ¿Sobre qué causas judiciales se habló?; y ¿Si fueron invitados y/o si asistieron los restantes miembros del Tribunal?.
Ya la Asociación de Abogados Laboralistas le había recordado a Lorenzetti que la Acordada 7/2004 de la Corte les prohíbe a sus integrantes «reunirse con una de las partes sin la presencia de la otra».