Mientras hoy se celebre la fusión de las tres CGT bajo el triunvirato de Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, en la sede Azopardo, en Independdencia y Urquiza, en la sede de las míticas “62 Organizaciones”, se juntarán 67 gremios que no quedaron fuera de la unificación y responden al titular de la Uatre, Gerónimo «Momo» Venegas.
El Secretario General de la Unión del Personal de Prestadores de Servicios al Automotor (UPPSABA), Fedor Roig, cuestionó la candidatura de Carlos Acuña, de Estaciones de Servicios, por considerarlo la persona que orquestó un plan sistemático para impedirle derechos a los trabajadores de la actividad de los lavaderos de autos.
También el farmacéutico Marcelo Peretta (ver nota) cuestiona a Daer por competencia intergremial. Se trata de gremios más o menos nuevos que compiten con otros asentados hace tiempo.
“Debimos soportar trabas y maniobras durante 16 años: tres compulsas de afiliados, 20 Recursos Jerárquicos, 2 acciones judiciales en la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y hasta una apelación a la Corte Suprema de Justicia, todas causadas por el sindicato de Acuña” sostuvo Roig.
“A Acuña le interesa su beneficio personal y solo se ocupa de satisfacer su ambición política. No le interesa la dignificación de sus trabajadores, dado que se cerraron más de 3000 Estaciones de Servicios y no hizo nada. Ocupa su tiempo en perjudicar a compañeros que, como en nuestro caso, nos dedicamos a defender el derecho de nuestros trabajadores”, sostuvo, lapidario, Roig.
Pero también están los liderazgos fuertes que rechazaron la síntesis del triunvirato y proponían candidatos propios. Tal el caso de Omar Viviani, desde el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que había propuesto a Sergio Sasia, de Unión Ferroviaria para liderar la CGT unificada; y el propio Momo Venegas, que desde su cercanía al gobierno, se autoproclamaba para la Secretaría General y ahora impugnó el liderazgo colegiado de Acuña, Daer y Schmid.
Lo cierto es que en un contexto de fuerte ofensiva contra los trabajadores, hoy se fortalece una parte importante del movimiento obrero, unificando la conducción de tres corrientes importantes, pero la unidad cegetista no alcanzó –al menos hasta ahora–la magnitud que muchos esperaban, tanto de los que quedaron adentro como de quienes quedaron afuera.