La Confederación 62 Organizaciones Justicialistas se expresó en el Día Internacional de la Mujer para «celebrar, saludar y acompañar la lucha de todas las compañeras».
«En efecto, la compañera Evita, ha sido una mujer que ha peleado para que el colectivo tenga el derecho más elemental en la esfera pública, y ese derecho se consiguió en el año 1947, con la sanción de la Ley N° 13.010, que permitió a la postre, a que las mujeres emitan por primera vez, el sufragio en el año 1951», recordaron desde las 62 Organizaciones que lidera José Ibarra.
Y aprovecharon la fecha para citar sus palabras: «(…) La mujer, con magnífico impulso, se colocó de pronto en la trayectoria de su mejor derecho: el de influir en los destinos de su Patria. (…) Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste atada e impotente a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar. Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima. (…) La mujer argentina de hoy, la heredera de mujeres que siempre supieron estar a la altura de sus hombres, en cada instante histórico, no puede ser ya crucificada en un olvido protector, ni pospuesta en el derecho conjunto de inscribirse, como mujer integral, en el cuadro de las instituciones argentinas. La mujer puede y debe votar. Es un mandato histórico».
«Desde ese puntapié inicial, la lucha nunca cesó en busca de la igualdad real de derechos.», agregaron desde Las 62.
La organización peronista remarcó además que en el seno internacional, exponen la concientización sobre la precariedad laboral, la explotación laboral, la desigualdad en las condiciones de contratación, el salario menor, la falta de acceso a cargos jerárquicos y la discriminación que debe soportar la mujer trabajadora: «Por lo tanto, desde nuestro espacio, luchamos de igual a igual- compañeros y compañeras- porque en el Movimiento Obrero, todos tenemos un mismo fin y es que los derechos sean asequibles en paridad de género».
Para concluir, cerraron afirmando que «haremos todo lo necesario con nuestras compañeras para que, unidos en la lucha del Movimiento Obrero, obtengan una igualdad real de oportunidades. Pero también, para que se erradique cualquier forma de discriminación, sesgo de violencia y trato indigno, enarbolando la bandera de la doctrina Peronista«.