(Por Jorge Duarte @ludistas) La decisión venía madurando en el último tiempo. Aunque todavía restan definiciones, el paso fundamental se dio con un cara a cara entre Hugo «Cachorro» Godoy y Hugo Yasky. Comenzará con una escalada de unidad en la acción y aspiran a transitar los pasos para una reunificación a futuro. Exploran la chance de sumar a las organizaciones sociales.
El anuncio de la movilización del 12 de septiembre frente al Congreso de la Nación contra el veto al aumento jubilatorio puede ser el inicio de un camino trascendente en el sindicalismo argentino. Es que será un nuevo paso de lo que se espera sea un proceso de coordinación cada vez más aceitado entre las dos vertientes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Si bien las coincidencias entre las dos centrales venían madurando al calor de las respuestas al ajuste del gobierno libertario de Javier Milei, un cara a cara entre los titulares de la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, Hugo «Cachorro» Godoy y Hugo Yasky aceleró los tiempos. El encuentro, que hasta ahora no había trascendido a la prensa, se dio el lunes y en buena medida empujó la determinación de salir a la calle sin el acompañamiento de la corriente mayoritaria de la CGT.
La reunión marcó, adicionalmente, el quiebre definitivo en las expectativas de quienes ponían alguna esperanza en que sea la CGT el motor y el corazón de una estrategia que salga a darle pelea a la gestión de Milei.
«Si creemos que se pueden venir momentos duros económicos y sociales como los del 2001 no podemos quedarnos sentados esperando que la CGT defina algo con las idas y vueltas que tienen», argumentó una de las fuentes consultadas.
Entre los avances que habrá para definir la estrategia de la unidad en la acción entre los ceteístas, los gremialistas acordaron la conformación de mesas permanente de coordinación. También esperan que puedan darse reuniones entre las comisiones ejecutivas y un plenario conjunto. Serían pasos históricos tras el quiebre de la central en los comicios de 2010. Es decir, se lograrían luego de más de 14 años de desencuentros.
La aspiración sería que la coordinación derive en el avance hacia una reunificación en el mediano plazo. Para eso también podrían tentar al gremio de las organizaciones sociales hoy nucleas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Si bien hasta el momento los movimientos sociales enfocaron sus esfuerzos a ser vistos como una pata cegetista, lo cierto es que no lograron tener un peso importante en la central ni un lugar central en el debate ni en la toma de decisiones de Azopardo.
Vale recordar que la CTA se fundó el 14 de noviembre de 1992 en un encuentro denominado «Congreso de los Trabajadores Argentinos» (de donde tomaría la sigla CTA) en Parque Sarmiento. En un principio la CTA estuvo conformada principalmente por organizaciones sindicales que nuclean a trabajadores del sector público (CTERA y ATE) y luego se incorporaron sindicatos también del sector privado. La novedad más importante en ese momento fue que se definió la afiliación directa de los trabajadores y que se incorporó la votación directa en las elecciones de sus dirigentes.
En 2019, al calor del Frente de Todos, se habló de promover una reunificación de todo el arco sindical. En aquella oportunidad se mencionó a la CGT como aglutinadora. Sin embargo, rápidamente aquel intento naufragó. Ahora, las CTA podrían volver a reunir sus organizaciones y sumar densidad política y sindical y capacidad de movilización, frente a un Gobierno que tiene a los sindicatos como uno de los universos a los cuales atacar.