Ambas CTA expresaron su repudio a la represión que se desató contra los despedidos del Municipio de la ciudad de La Plata. «Agredir salvajemente a quienes están reclamando por el trabajado del que fueron despojados es una práctica propia de aquellos que utilizan la violencia represiva para imponer medidas arbitrarias que pretender desconocer el más elemental derecho del trabajador, que es su estabilidad laboral», comunicaron desde la Central de Hugo Yasky.
La CTA de los Trabajadores pidió la reincorporación de los 4500 despedidos, «ya que nadie puede aceptar que semejante cantidad de trabajadores puedan ser arrojados como si fueran material descartable».
«A los más de 12 mil cesanteados se los quiere estigmatizar con la figura de “ñoquis”. La CTA presentará una denuncia a la Confederación Sindical de las Américas y a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a quien además solicitará la constitución de una comisión de expertos para constatar la arbitrariedad y la ilegalidad de estos despidos y lograr la revisión, caso por caso, de los mismos», prometió la Central de Yasky, kirchnerista hasta hace un mes y hoy más cercana a la de Micheli en su oposición al macrismo.
En línea similar, el Secretario General de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, sostuvo: “Se está entrando al Estado a patadas sin discutir previamente y es de esta manera como se están cometiendo miles de injusticias”, al mismo tiempo que repudió la represión, se solidarizó con las trabajadoras y trabajadores en lucha y lamentó la metodología represiva que ha adoptado el gobierno con los trabajadores y el pueblo.
Por último, Micheli alertó que “nuestra Central luchará para que se retrotraiga lo actuado al 1 de enero de este año y para que se apruebe por ley o DNU (uno más de los tantos que ya firmó) la prohibición de despidos por un año”.