(Por Jorge Duarte @ludistas) Ya se detectaron productos importados en el mercado local. La industria atraviesa una crisis que amenaza con destruir miles de puestos de trabajo. La Cámara del Acero asegura que emplea 109 mil personas de forma directa e indirecta. La importación desde China, pero también desde Brasil tiene en alarma a la actividad.
La industria del acero en Argentina atraviesa momentos más que delicados. De hecho el propio Paolo Rocca, en la práctica portavoz del sector, le había advertido al Gobierno que necesitaba que haya protecciones porque el tembladeral en la actividad podría empezar a sentirse de forma todavía más profunda en las plantes.
“La cancha no está equilibrada. Nuestra industria no logra competir con China. Hace falta que la política de los Estados nos apoye. La defensa contra la competencia desleal es esencial”, sostuvo el empresario, al agregar que la industria necesita estabilidad en las “reglas de juego”, reducción tributaria y un tipo de cambio acorde a la productividad local.
El Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, rechazó el reclamo públicamente. “La Argentina tiene hoy como bandera más importante la libertad en todos los órdenes. Nos vamos a manejar en esos parámetros. No va a haber una Argentina proteccionista, va a haber una Argentina equilibrada, seria y que entiende que lo mejor para el país es que haya inversiones y generación de empleo”, dijo.
La réplica empresaria ya se empezó a sentir. Es que Ternium, una de las firmas del Grupo Techint de Paolo Rocca, le comunicó a la UOM de San Nicolas la necesidad de recortar todos sus costos un 15%. Eso implicará, aunque todavía no fue explicitado formalmente, un número muy importante de despidos en su planta General Savio.
Ahora, la noticia que empezó a correr en el sector es la presencia, en el mercado, de productos importados. «A la recesión económica y a la política anti-industrial, se le suma la apertura de importaciones. Ya ha aparecido alambre chino a un precio más bajo».
«Estamos pensando en hacer una movida para hacerlo más visible. Tuvimos alguna intención de la empresa de sentarnos en una mesa tripartita para competir, pero con el acero Chino no se puede, lo que se tiene que hacer es ponerle restricciones porque es acero subsidiado«, añadió un dirigente sindical de la actividad de la zona de Villa Constitución.
La aparición del material importado fue notado por altos cargos empresarios que lograron seguir a través del código específico el ingreso del producto. Ya está en buena parte de sus distribuidores compitiendo con lo producido en el país.
«El ingreso se da en medio de la caída de las ventas. La industria no encuentra un piso«, remarcó la misma fuente muy bien informada de otro gigante de la actividad, Acindar, que también arrastra problemas.
Según le explicó Edgardo Holstein, el secretario Adjunto de la UOM San Nicolás a InfoGremiales, el conflicto no es sólo con el material de China, también es con Brasil. De hecho, cree que si se profundiza la reducción de la producción en Ternium podría suplantarse alguna mayor demanda estacional con acero elaborado de Brasil. «Con la última devaluación, el dólar planchado y el aumento de los costos, ahora sale un 20% más barato que el de Argentina», aseguró.
Según los números de la Cámara del Acero, las empresas de la industria siderúrgica emplean, aproximadamente, unas 109.000 personas de manera directa e indirecta. Esos son los puestos de trabajo que hoy están siendo acorralados.
Además de la crisis en Ternium, de la que en las próximas horas conoceremos la magnitud, hay rumores similares en Tenaris e incertidumbre en Acindar, donde ya casi no queda personal contratado y fue paralizada la producción y suspendido su personal este año como no ocurría en el pasado reciente. Un combo explosivo que más temprano que tarde deberá resolverse de alguna manera.