El reajuste de las paritarias de Comercio, que fijó un aumento adicional de 20% en tres cuotas y llevó al convenio colectivo del sector a una suba salarial del 45%, ya provocó los primeros chispazos entre los empresarios.
Menos de 24 horas después de cerrarse el acuerdo con Armando Cavalieri empezaron a levantarse las voces que advertían que no podía pagarse. Primero fueron los supermercadistas y los vendedores de electrodomésticos. Pero luego se masificó.
Es que las cámaras sostienen que para muchas compañías, principalmente las pymes, es imposible asumir el incremento adicional de los sueldos, por la fuerte caída de ventas y en medio de una ola de procedimiento preventivo de crisis y cierre de fábricas.
«Nos pone en una situación extremadamente grave, y además, puede tener consecuencias negativas tanto para empresas como trabajadores», había asegurado Juan Vasco Martínez, Director Ejecutivo de la Asociación Supermercados Unidos al diario El Cronista. «En la situación de crisis en la que está el sector, todas las compañías están con números en rojo», explicó.
Por su parte Pedro Cascales, secretario de Prensa de CAME, una de las entidades que suscribió el acuerdo, afirmó que «la mayoría de las empresas no podrían pagar el ajuste y además el bono», esto sin contar que y también algunas tendrán problemas para pagar el aguinaldo.
Consultado sobre por qué CAME firmó entonces el acuerdo en este contexto, Cascales destacó «que no había alternativa, estaba firmado en la paritaria de marzo que en noviembre nos íbamos a sentar a hablar, pero nadie preveía en ese momento que la inflación iba a ser del 45 por ciento».