La empresa autopartista norteamericana Lear, que cerró su planta de Pacheco por conflictos gremiales, comunicó que el martes próximo reiniciará su actividad en esa fábrica y ratificó su intención de seguir produciendo en la Argentina.
En un comunicado, la compañía anunció que el martes 19 de agosto sus 525 empleados «retomarán de manera habitual las actividades en la planta Pacheco».
En el escrito, la compañía recuerda que se vio «forzada a suspender su producción, para resguardar la integridad y la seguridad física de sus empleados, a raíz de los hechos ocurridos el martes 29 de julio». A su vez, describió que en esa ocasión «los ex delegados de la comisión interna junto con manifestantes externos a la compañía realizaron bloqueos ilegítimos en la puerta, impidieron el acceso y agredieron violentamente a los empleados que quisieron ingresar a sus puestos de trabajo».
Además, calculó que «desde el 1 de julio a la fecha sobre 31 días hábiles, sólo se ha podido producir 13 días, sin poder ingresar materias primas ni enviar el producto terminado a nuestros clientes, como consecuencia del bloqueo ilegítimo que sufre la planta en sus accesos».
Sostuvo que durante este período «Lear abonó los salarios y beneficios sociales de todos sus empleados, incluso los días que no se pudo producir.Todo lo que no se produzca localmente, nuestros clientes tendrán que importarlo para poder abastecer su producción local, poniendo en riesgo las fuentes de trabajo de la planta», dijo la compañía.
La autopartista, presente en la Argentina desde 1995, dijo que «espera que la rápida normalización de sus actividades se desarrolle de manera permanente, a fin de poder garantizar la continuidad en el país de la planta de Pacheco».
Por último, la empresa sostuvo que «reconoce y agradece especialmente a todos sus trabajadores, como así también a las personas e instituciones involucradas por el apoyo y compromiso brindado durante las últimas semanas, y lamenta los constantes cortes de circulación ocurridos en la Panamericana».
Por su parte el jefe de los mecánicos, Ricardo Pignanelli confirmó que la intención del gremio es realizar apenas haya una reapertura una asamblea para elegir una nueva comisión interna. La conducción del SMATA quiere destituir a los delegados opositores y conformar un nuevo cuerpo de delegados que le responda.
Ya hubo cruces por esta iniciativa que provocaron hasta denuncias penales por coacción contra Pignanelli. Los delegados electos de Lear sostienen que están en fuinciones, que fueron ratificados por la justicia y el Ministerio de Trabajo y que fueron votados por el 70% de los trabajadores de la autopartista.