El problema surge a partir de un conflicto entre socios ya que uno de ellos, Miguel Paz Ceminara, habría decidido vender el local a una cadena de pizzerías, mientras otros propietarios se oponen. El restaurante, famoso por sus papas soufflé infladas, podría entonces cerrar sus puertas. Pero esta iniciativa aleja la posibilidad.
Tras la aprobación de la declaración, Ezequiel Maidana, a cargo del restaurante, sostuvo que «a futuro esta declaración nos da un gran apoyo y respaldo porque nosotros vamos a defendernos del cierre a capa y espada y queremos sentarnos de nuevo con este socio a negociar un nuevo contrato de locación».
Los diputados de la Ciudad dieron su respaldo a sendas iniciativas presentadas por los bloques del PRO, el Frente para la Victoria y ECO, que pidieron al Ejecutivo que sume al tradicional sitio situado en Corrientes 1612 al listado de Bares Notables que funcionan en la Ciudad en el marco de la ley 35 que los regula. La norma considera como notable «aquel bar, billar o confitería relacionado con hechos o actividades culturales de significación; aquel cuya antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia local le otorguen un valor propio».
«El Palacio es un ícono de la cultura y de la gastronomía de la Ciudad y no se puede privar a los porteños de este clásico por un capricho de una parte minoritaria», agregó Maidana en declaraciones a la prensa.