El acuerdo al que arribaron luego de cuatro horas de negociación entre los delgados, el gremio de UTA y directivos de Monsa consiste en la reincorporación de los 50 despedidos, la garantía del uso de licencia gremial, el pago de un anticipo salarial en dos cuotas y el cobro de las asignaciones familiares de todo el período de conflicto.
Esos puntos se implementarán en el marco de una conciliación obligatoria por diez días hábiles que dictó el Ministerio de Trabajo que además dispuso la normalización del servicio de esta noche.
Esta tarde, a las 13, los delegados irán a la cartera laboral a «firmar el acta» de acuerdo, y luego a los Tribunales de Comodoro Py por una denuncia en su contra.
El ministro de Trabajo Carlos Tomada y la secretaría de Trabajo Noemí Rial recibieron por separado a cada una de las partes y llegaron a esta propuesta elaborada por la cartera laboral.
Así, si bien los trabajadores parecen haber logrado su objetivo, resta ver qué consiguió negociar la empresa, en un conflicto gremial que tuvo a la pulseada por los subsidicos estatales como telón de fondo.
La línea 60, que une Constitución con Tigre y también con Escobar, transporta a 250.000 pasajeros todos los días pero desde el 23 de junio los colectivos dejaron de salir a la calle por un conflicto por 53 despidos con la empresa Monsa.
Los trabajadores denunciaron un «lock out» patronal al impedirles sacar los colectivos a la calle sin cobrar boleto, mientras que la empresa aseguró que los choferes habían «usurpado las terminales» y que los colectivos que salían a la calle «no reunían las mínimas condiciones de seguridad».
En el medio hubo una medida de conciliación obligatoria que no fue acatada por las partes al no retrotraerse el conflicto a su inicio y medidas judiciales que impidieron a los trabajadores sacar los colectivos.
Los choferes cortaron varias veces la autopista Panamericana a lo largo de los 41 días de conflicto, tanto a la altura de Tigre como de Ingeniero Maschwitz, y en una de las protestas reprimió la Gendarmería.