(Por Pablo Cano) Cómo suele suceder en política, los tiempos, las agendas y los escenarios pocas veces son predecibles por sus propios actores y mucho menos por los comentaristas que -como tal- vienen (venimos) a acertar las carreras del domingo con el diario del lunes.
En este caso, la movida del #1A no es impresionante por su cantidad -15, 20, 25 mil personas siguen siendo menos que la marcha de la CTA del 30/3 por poner un punto de referencia- sino que lo es por la capacidad que tiene de fijar una nueva agenda e insuflar flamantes bríos al Gobierno de Cambiemos (empezando por el propio Macri) y también generar nuevos clivajes en el abordaje cotidiano de la realidad nacional.
Para la escena gremial dos datos deben ponerse de manifiesto a la hora de ajustar el GPS de la conducción del movimiento obrero, el que viene atravesando en el último mes un sacudón extremo.
El primer punto es que el Ingeniero Macri ha decidido y asumido como bandera una batalla dentro de otra. La táctica contra CFK, el kichnerismo, los desestabilizadores, los corruptos y los piqueteros. La estratégica es contra el Peronismo, dónde están incluidos todos los anteriores, mas los sindicatos, mas todo aquel que sepa cantar la marcha y que huela a humo de parrila. Si había una tensión dentro de la coalición gobernante respecto de cómo posicionarse frente al peronismo habrá que anoticiarse que -de cara a la gestión y elecciones de este año- la consigna es «Juntos», en letra amarilla, sobre la bandera argentina y -principalmente- «sin colectivos y sin choripanes». Esto vuelve mucho mas lábil la necesidad que parte del sistema corporativo del movimiento obrero entendía como oportunidad de vinculación con el Poder Ejecutivo y que se tradujo hasta ahora en la resolución de temas como la deuda de obras sociales y la capacidad de llegada a la gestión incluyendo tropa propia en lugares determinantes. Habrá que ver que sintieron esta mañana Lingeri y Martinez mientras el presidente Macri les anunciaba el cambio de paradigma en su cara. (Ver: http://www.lapoliticaonline.com/nota/104580-agrandado-por-la-marcha-macri-advirtio-le-voy-a-sacar-el-poder-a-los-mafiosos/)
El segundo punto es «el reclamo popular»…entre las consignas más escuchadas el sábado por la noche se destacó «NO AL PARO» y si bien uno puede hacerse el sota y decir que es la expresión de las patronales que se manifestaron en la calle cómo un salto de calidad institucional por la participación ciudadana, lo que que en realidad ha sucedido a menos de 48Hs vista de esto es que el Gobierno entendió el mensaje de sus bases y ya empezó a bombardear y deslegitimar el paro del 6. Una calidad de reflejos de la que estuvo ausente la CGT en el pasado 7M y que debe analizarse mucho mas profundamente si se busca evitar el desacople entre bases y dirigencia con el costo para ésta última ahora que la salidera del «diálogo institucional» mostró su rostro…para que no queden dudas de que que la coalición gobernante «va por todo» sírvase leer el diario oficial de hoy: http://www.lanacion.com.ar/2003512-el-gobierno-impulsa-una-renovacion-de-las-cupulas-sindicales
Cambió cambiemos y como cantaba Luca Prodan en aquel disco escencial de los 80 – Llegando los Monos- Mauricio denuncia que «… estoy rodeado de viejos vinagres» y ya sabemos a quienes trata de tales.