Jorge Ávila, fue reelecto a su cargo e iniciará su tercer mandato. También ganaron los oficialismo en Río Negro, Neuquén y La Pampa y Santa Cruz. Se mantiene el status quo en el bloque patagónico que está fuera de la Federación y que mantiene el control de la mayor parte de la producción del país.
Jorge «Loma» Avila fue reelecto con un total de 7.179 y tendrá un tercer mandato al frente del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut, gremio especialmente trascendente en el mapa de la producción hidrocarburífera de la Argentina.
Ávila lideró la Lista Azul de la Agrupación «7 de octubre» que fue la única competidora en los comicios. «Lo principal es garantizar el trabajo y el salario de los trabajadores. Estoy orgulloso de todo lo que se ha hecho y muy contento porque nuestra gente trabajó muchísimo y todo el mundo salió a votar, y eso hace que en este Sindicato se respire democracia sindical», enfatizó «Loma».
Agregó que «quiero felicitar a todos los trabajadores petroleros por la gran movilización que hicieron por la mañana desde las 7:30 que la gente se encontraba para votar y eso hizo que el caudal de votantes fuera importante, más que nada para ratificar que el Sindicato tiene una conducción y que se llegó en una lista unidad para conducirlo por cuatro años más, lo que nos pone en una mejor posición para encarar lo que se viene. Lo hicimos en plena pandemia de que nos tocó vivir momentos duros, pero también creciendo como Institución, pero sobre todas las cosas manteniendo la paz social».
La reelección de Ávila termina de confirmar el status quo en la totalidad del poderoso bloque de sindicatos petroleros patagónicos. Antes los oficialismos habían hecho lo propio en el Sindicato de Neuquén, Rio Negro y La Pampa y en el de Santa Cruz.
En el primero Marcelo Rucci, delfín de Guillermo Pereyra, confirmó la continuidad del oficialismo en un transición ordenada. En el segundo Claudio Vidal refrendó su continuidad.
Los tres gremios supieron conformar en su momento el bloque de Sindicato Patagónicos que marcó en buena medida el pulso de la actividad. De hecho se desafiliaron de la Federación y encararon su propio camino en una especie de unidad en la acción.
Para la sector implica, adicionalmente, la continuidad de los mismos actores y un manto de previsibilidad en medio de un fuerte rebote de la actividad.