Aunque pareciera un figurita repetida, los gremios dependientes de la gestión de la siempre convulsionada Provincia de Buenos Aires retornan al conflicto. El nuevo embate de estatales, docentes, profesionales de la salud y judiciales ponen en evidencia los problemas de gestión de Daniel Scioli y amenazan a erosionar la imagen del principal pre candidato presidencial para el 2015.
Los más contundentes en sus reclamos y los que más impacto tienen en cada enfrentamiento con el ex astro motonauta, son los docentes. Luego de un comienzo de año que presenció una huegla histórica de 18 días que dejó en vilo a la opinión pública nacional, los maestros bonaerenses se aprestan para una nueva avanzada. Es que lo acordado para finalizar aquel paro no terminó de cumplirse y los animos se caldean.
Por la falta de cumplimiento del acuerdo paritario este miércoles el Frente Gremial Docente (FGD), conformado por los sindicatos mayoritarios, se moviliza a la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Los gremislistas reclamarán el aumento de cupos para los Comedores Escolares; la inmediata implementación del Fondo de Escuelas y Fondo de Financiamiento Educativo; cobertura de cargos; la regularización en la liquidación de los salarios; mejoras en la infraestructura y transporte; más y mejores prestaciones médicas y la regularización del IOMA.
Sin embargo esta no es la única muestra de descontento entre los maestros. El gremio moyanista UDOCBA anunció que los primeros días de julio, con fecha a definir, volverá a los paros. También, los dirigidos por Miguel Díaz realizarán una movilización a la Gobernación y a la sede del IOMA.
Tanto el FGD como UDOCBA hablan de ajuste y entienden que la gobernación de Daniel Osvaldo pone en riesgo la, ya golpeada, calidad educativa en los establecimientos provinciales.
También ajuste es la palabra elegida por los estatales. Los empleados agremiados en ATE que reportan a la CTA rebelde el viernes volvieron con todo y cortaron el Puente Pueyrredon y la Autopista Buenos Aires-La Plata y Mar del Plata junto con organizaciones sociales, de trabajadores, cooperativistas, desocupados y precarizados.
Los estatales buscan que el gobierno provincial de soluciones a sus reclamos de financiamiento de los planes sociales, falta de alimentos para los comedores populares y escolares, carencia de medidas contra la desocupación, precarización, despidos y suspensiones.
Según el secretario general de la CTA bonaerense, Oscar Isasi, la provincia realiza un “ajuste salvaje. Están cortadas las prestaciones mínimas, no hay ni siquiera alimentos en los comedores comunitarios. Eso sin hablar del tema salud, los hospitales que son cáscaras vacías, donde no hay ni medicamentos”.
Otros que agregan su granito de arena para este junio complejo son los profesionales de la salud. En un año en el que ya se realizaron más de 20 jornadas de paros provinciales, los trabajadores agremiados en la CICOP siguen su lucha por conseguir una mejora salarial que esté a la altura de sus reclamos. Además, denuncian fallas edilicias en los hospitales provinciales y persecución sindical.
Esta semana, más precisamente el miércoles, los judiciales bonaerenses también volverán al paro. Ese día se movilizarán, en conjunto con otros organizaciones gremiales, para pedir la regularización de IOMA. Este cuarto componente demuestra lo complejo que se presenta el panorama gremial para Scioli.
El gobernador bonaerense si bien cosechó varios apoyos de jefes sindicales, tiene focos internos que amenazan con desgastarlo en el poco más de un año que quedan rumbo a las P.A.S.O. 2015. La gestión está en cuestión, veremos si eso afecta su campaña.