Jorge Ravetti explicó en un comunicado y en representación de la Coordinación Nacional ATE-SENASA que en la última reunión entre las autoridades del organismo y los directores regionales se informó que «el Ministerio de Agroindustria (ex Agricultura, Ganadería y Pesca) solicitó las planillas de viáticos del personal correspondiente a enero último», puntualizó el gremialista.
«Sería importante conocer si ello obedece a la necesidad de analizar, dimensionar y sincerar los muy magros salarios del personal del organismo para corregirlos o si prima una clara intención persecutoria y de ajuste. Se impulsan denuncias anónimas que potencian la hipótesis para hacer drásticos recortes», afirmó.
Ravetti sostuvo que la actual gestión se reúne de forma periódica con «los sectores privados que hay que controlar y fiscalizar (Sociedad Rural Argentina, CARBAP y Cámara de la Industria) para analizar y delinear qué SENASA requieren esos sectores y poderosos intereses, que impulsaron a quienes lo conducen».
Para el dirigente, CARBAP realizó recientemente una encuesta con la Sociedad Rural, que será presentada en el SENASA con «los reclamos de ese sector a fin de que exista un organismo que responda a esos mezquinos intereses corporativos», señaló.
«La lucha y esfuerzo que costó recuperar para el Estado las funciones de las barreras patagónicas (antes tercerizadas) pareciera desvanecerse ante las claras intenciones de la actual gestión de reflotar el FUNBAPA y devolverle protagonismo en los controles. O sea, reimpulsar la tercerización de funciones», dijo.
Los estatales rechazaron «los despidos porque para que el SENASA sea eficiente necesita más trabajadores y no menos» y se opusieron a «las injerencias de los privados que debe fiscalizar en la organización estratégica del organismo», señaló el comunicado.
También rechazaron «la persecución de los trabajadores con prácticas intimidatorias y elevando denuncias anónimas, previamente impulsadas con malicia», y «el ajuste y recorte presupuestario y de viáticos de personal con haberes paupérrimos».
Ravetti demandó «la apertura de la paritaria sectorial, que la ATE exige desde hace siete años, un organismo de cara a los trabajadores y la sociedad y salarios dignos y sin injerencia de los privados controlados», por lo que convocó a la totalidad de los empleados nacionales a realizar asambleas y comenzar a construir «un paro contundente en el territorio argentino».