La medida de fuerza fue resuelta por unanimidad en un plenario de los gremios del transporte que deliberó ayer en la sede que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) posee en la localidad bonaerense de Moreno.
El anuncio de la huelga le pone fin a la tregua acordada en diciembre por los gremios, luego de que Cristina Fernández de Kirchner tomara medidas provisorias sobre el impuesto a las Ganancias, que evitaron el pago del tributo del medio aguinaldo de fin de año.
Entre las 25 organizaciones sindicales de transporte que participaron del cónclave se encontraron gremios que integran tanto la CGT oficialista como la CGT opositoras.
Además también se avanzó en el armado de una agenda de reclamos transversal, que incluiría expresar el desacuerdo por el pacto comercial con China, que afectaría a la mano de obra local, según los gremialistas.
A fines de enero pasado el titular de la UTA, Roberto Fernández, había rechazado participar de la cumbre sindical convocada por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para reactivar el plan de lucha contra el gobierno nacional.
En aquella oportunidad Fernández había asegurado que lo buscaban «para un paro, en realidad quieren jugar a la política. No me voy a prestar» y criticó el encuentro por su carácter «político».
«No se trata de hacer la guerra a un gobierno, sino de lograr mejoras para los trabajadores y por eso no se puede mezclar intereses personales o políticos», había asegurado en aquella oportunidad. Pocas semanas más tarde, Fernández se pone a la cabeza de un paro de todos los medios de transporte que amenaza con paralizar al país.
Entre los sindicalistas referentes del plenario se encunetran el líder de La Fraternidad Omar Maturano, el portuario Juan Carlos Schmid, el colectivero Roberto Fernández (UTA) y el camionero Omar Pérez, entre otros.
Despegados de las cabezas de las centrales obreras y sus charlas por la unidad, Fernandez, Maturano y Schmid se ponen a la cabeza de la primera medida de fuerza de magnitud que amenaza con paralizar el país el mes próximo.