Los gremios petroleros de la Patagonia, principal núcleo productor del país, se muestran cada vez más unidos y predispuestos al conflicto, prescindiendo de la Federación. «Si tocan a un petrolero argentino, nos tocan a todos», avisaron ayer en la reasunción de Claudio Vidal al frente del sindicato santacruceño.
Ayer se realizó el acto de asunción de Claudio Vidal al frente del gremio de Petroleros Privados de Santa Cruz. El evento sirvió para que los sindicatos patagónicos hagan otro gesto de unidad y empiecen a enviar mensajes a varias bandas: el gobierno, los empresarios y la propia Federación de Petroleros de la que se desafiliaron.
«Acá hay un mensaje muy claro al sector político, a las cámaras y a la federación, que se ha metido durante tanto tiempo y ha fundido los gremios de las distintas provincias», disparó Vidal durante su discurso.
Vidal, también diputado nacional, estuvo acompañado por Marcelo Rucci, heredero de Guillermo Pereyra al frente del potente gremio de petroleros de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Julián Matamala del gremio Mendocino y referentes de los jerárquicos de las provincias de Neuquén y Chubut.
Además se descuenta que tendrán el apoyo de Jorge «Loma» Ávila, el titular del gremio de petroleros de Chubut, con lo que cerrarían filas con todos los caciques de las principales provincias productoras del país.
El bloque patagónico, con un perfil mucho más combativo desde la salida de Pereyra, desafía el centralismo de la Federación en manos del bonaerense Pedro Milla, en la práctica debilitada por las desafiliaciones.
«No se puede permitir la falta de respeto de la última paritaria. Es por eso que es tan importante este pacto de unidad y desde hoy desde este lugar a todo el país, hacemos saber al sector empresarial, a las cámaras, que esta paritaria va a ser a favor de todos los trabajadores, que no hay marcha atrás, y que si tocan a un petrolero nos tocan a todos«, finalizó Vidal.