Los gremios suben la presión para recuperar los millones de las obras sociales

Los sindicalistas argumentaron que la recuperación de esos fondos será determinante para que las entidades de salud sindicales puedan salir de la situación de desfinanciamiento en la que se encuentran en la actualidad.

Los sindicalistas dieron cuenta de su reclamo en el contexto del Segundo Congreso de Salud de los Trabajadores, organizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de la Seguridad Social (IISSS), en el marco del Día Mundial de la Salud.

Realizado en Parque Norte, el encuentro contó con la presencia del ministro de Salud, Jorge Lemus y del supeintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino

De la mesa sindical participaron los principales referentes sindicales, quienes calificaron de «delicada» la situación financiera de las poco más de 300 obras sociales, que en la actualidad prestan servicios de salud a unos 14 millones de beneficiarios. De esa población, se estima en 1.800.000 la cantidad de monotributistas que se atienden en obras sociales.

Se sabe que el dinero cuya devolución reclaman los gremios está inmovilizado en una cuenta del Banco Nación. Los gremios estuvieron representados por Armando Cavalieri (Comercio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Antonio Caló (UOM), Hugo Moyano (camioneros), Luis Barrionuevo (gastronómicos) y Carlos West Ocampo (Sanidad).

«El Gobierno K nos sacó el control de la recaudación y se quedó con 28.000 millones de pesos. Ahora, el Presidente (Mauricio) Macri nos prometió su devolución», dijo Cavalieri, quien manifestó su preocupación para que se pueda seguir sosteniendo, en las actuales condiciones, un modelo solidario de salud como el vigente.

Bajo el lema «Gestión y Financiamiento: el Desafío para la Salud de los Argentinos», el Congreso organizado por el IISSS se convierte, por segundo año consecutivo, en el lugar de encuentro de los principales referentes en materia de salud y seguridad social del ámbito nacional e internacional.

Los sindicalistas también presentaron como un «problema mayúsculo» la diferencia entre lo que cuesta darle prestaciones de salud a los jubilados y el dinero que efectivamente perciben por ese servicio.