El escándalo generado por el descontrol judicial en la gestión Cambiemos sumó un nuevo capítulo cuando el líder de los petroleros de Neuquén, Río Negro y La Pampa y exsenador nacional, Guillermo Pereyra, reveló que el Presidente le dijo que «iba a meter preso» a un sindicalista.
El dato no es menor porque Pereyra se había convertido en uno de los principales aliados en el plano sindical del Gobierno de Mauricio Macri y compartió varios viajes con la comitiva oficial.
«En abril de 2017 viajé a Estados Unidos con Macri y los ministros (de Producción Francisco) Cabrera y (de Energía Juan José) Aranguren. En el vuelo me pregunta si conozco la actividad lechera y al líder del sindicato, (Atilra, Héctor) Ponce. Cuando le digo que lo conozco me responde ‘a ese tipo yo lo voy a meter preso’ y me cuenta que le parecía una locura que las empresas hicieran aportes a los gremios. Ahí le dije que nosotros también teníamos y que era de lo más común», relató Pereyra en declaraciones a Ámbito Financiero.
Las palabras resonaron instantáneamente en el gremio de lecheros, ATILRA, del que Ponce es su secretario General. «Todos los trabajadores y las organizaciones que defienden sus derechos, sabíamos de antemano que el gobierno de Mauricio Macri iba a violar cualquier regla democrática para llevar adelante sus objetivos de precarización y flexibilización laboral», dijo un importante dirigente de la organización a InfoGremiales.
El gremialista, del círculo más chico de Ponce, contó que la persecución «fue un poco patética». De hecho se hacía visible hasta para los más desprevenidos. «En Sunchales nos conocemos todos, sabemos dónde vivimos y qué autos tenemos. Un día aparecieron camionetas y autos de alta gama rodeando los lugares del sindicato y la casa particular de ‘Etín’ Ponce. Era alevoso, todos sabíamos que no eran del lugar».
«Sunchales es pequeño, pero no sabíamos de dónde eran hasta que una mañana varios miembros del Consejo Directivo de ATILRA reciben en la pantalla de sus celulares estas leyenda: ‘Usted está siendo seguido por Policía Federal Argentina’ y el escudo de la policía. Todos quedamos sorprendidos no sólo por lo que pasaba sino por la torpeza, un descuido de los perseguidores: es mandarte a espiar y tocar timbre», señaló la fuente.
«Impresionante la cantidad de recursos que gastaban para cumplir con ese capricho de Macri», añadió.
Consultado sobre los dichos de Pereyra, relató que muchos miembros de Atilra fueron testigos presenciales de la frase: «Lo contaban sus ministros como una broma, lo contaban los empresarios lácteos que se reunían con el entonces Presidente, y lo contaban los productores horrorizados. El Presidente se arrogaba el poder de policía, el poder de la justicia», puntualizó.
Al ser consultado de los motivos de la persecución, el dirigente profundizó el dato que había adelantado InfoGremiales. «En el gobierno de Macri había dos altísimos funcionarios con intereses en el sector lechero: Gustavo Lopetegui y Gonzalez Fraga. Uno es el dueño de Pampa Cheese y el otro, dueño de La Salamandra».
«Es público conocimiento lo de Gonzalez Fraga diciendo que ‘le hiciste creer a un trabajador que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior’, todo dicho», disparó.
Por último, recordó que el gremio supo en esos años que «muchos productores fueron llamados por el ex Ministro de Agricultura y presidente de la Sociedad Rural, Facundo Etchevere, que les pedía a ellos y a todos los miembros de esa sociedad que le ayuden a destruir la ATILRA (sic) para flexibilizar a toda la industria láctea, como un principio, para llegar a toda la industria agropecuaria, o sea arrasar con todas las organizaciones gremiales».