«Los salarios en dólares son 50% menores que a fines de 2015»

La desconfianza en la Argentina que refleja el riesgo país “está dado por la incertidumbre electoral frente a un ajuste de shock”, explica la economista Marina Dal Pogetto, de la consultora Ecogo.

En diálogo con ámbito.com, la especialista dice que no se ve tan claro la recomposición de la capacidad de compra de los ingresos (salarios, jubilaciones y planes sociales) pues depende de un escenario donde “las tarifas siguen ajustando, directamente del movimiento del dólar”.

Según su visión, “no luce estable que el BCRA pueda seguir bajando la tasa de interés si el riesgo país no se estabiliza con una zona muy amplia de no intervención en el mercado cambiario”.

En relación a los aspectos positivos de la economía, destaca “un abaratamiento significativo de la economía” y pone como ejemplo que “los salarios en dólares son 50% menores a los de fines de 2015” y que los “precios de los bienes y servicios son un 35% menores medidos en dólares”.

Respecto de las tarifas de servicios públicos índica que “si bien todavía tienen recorrido por delante, son 54% en dólares más altas que las del final del gobierno anterior”.

Un factor positivo a su juicio es que los términos del intercambio van a mejoran por la cotización de la soja que se mantiene en u$s 325 la tonelada y el barril de petróleo que cotiza en u$s 45.

Al respecto, este último punto tiene un costado positivo “modera las presiones inflacionarias locales, a achicar el déficit de divisas del sector energético” pero otro negativo: “No es una buena noticia para las inversiones en Vaca Muerta”, a continuación los aspectos más salientes de la nota concedida a este medio.

«El principal factor en explicar la desconfianza reflejada en un riesgo país que supera 800 puntos con un prestamista de última instancia que asegura la capacidad de pago de la deuda del Tesoro hasta entrado 2020, está dado por la incertidumbre electoral frente a un ajuste de shock», asegura. Y agrega «ajuste coordinado por el brusco cambio en los flujos de capitales a una economía que en 2017 había aumentado los desequilibrios de partida (fiscal y externo) duplicando en simultáneo el endeudamiento en dólares (incluyendo las Letes) y los pasivos remunerados del BCRA (las Lebacs)».

Sobre las principales debilidades económicas, se refirió a que «el péndulo y las dificultades para ponernos de acuerdo en un contexto donde los problemas de competitividad estructurales de la economía asociados a una muy elevada presión impositiva sobre los sectores formales, una enorme rigidez del gasto público que se sostiene en torno a 39% del PBI con más de la mitad del gasto público de la Nación indexado al pasado (básicamente transferencias al sector privado -jubilaciones y planes sociales), a las rigideces del mercado laboral y a la ausencia de un mercado de crédito local en un país que nunca construyó una moneda, mantiene desde 2006 una inflación arriba del 20% con picos de 40% y presenta un creciente grado de indexación de contratos»,