En el caso de los usuarios residenciales, el gasto en tarifas en el Área Metropolitana de Buenos Aries saltó de 3,18% del salario en 2015 a un 15,23% durante el año pasado.
«Los trabajadores en condiciones de mayor precariedad que tienen ingresos equivalentes al salario mínimo vital y móvil, pasaron de gastar el 6,73% de su salario en tarifas en 2015 a un 36,39% en 2018», alertó el informe difundido por el centro Proyecto Económico, integrado por técnicos vinculados con legisladores kirchneristas.
Además, subrayó que depende de los sectores, «los aumentos sobre la tarifa energética tuvieron un impacto considerable en los costos de producción».
«En el caso del textil, un sector muy afectado por la política económica, en las ramas de hilado y tejido el costo de la energía pasó de representar en promedio el 7% sobre el total de la estructura de costos en 2015 al 23% en 2018», puntualizó.
Resaltó que «en la producción de pasta de celulosa y papel, creció del 10% al 25%, y en algunos rubros, como la fabricación de hilado sintético, alcanza el 42% de los costos fijos».
Según su consideración, «existe un problema de infraestructura de generación de energía eléctrica alternativa».
«Si bien el actual Gobierno ha estimulado la producción de energía eólica y solar, ello se realizó sin contemplar una participación progresiva de la industria metalúrgica nacional en la provisión de materiales, equipos y componentes electromecánicos, generándose un importante negocio de importación», apuntó.
Recomendó en ese escenario que la Argentina «necesita avanzar hacia un modelo armónico en materia tarifaria, transitando un camino hacia el desarrollo económico, con tasas de interés y tarifas bajas, que permita una mayor competitividad empresarial frente al mundo, facilitando su inserción exportadora; y, al mismo tiempo, salarios altos, que sustenten un mercado interno robusto».