El secretario de Prensa de la Unión Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) Marcelo Uhrich advirtió sobre la liberalización del espacio aéreo argentino, y sus consecuencias en el ámbito laboral y en lo referente a la seguridad de los trabajadores y los pasajeros.
El gremialista explicó que en el país hay un problema endémico respecto a las necesidades de la actividad y que «no hay una infraestructura acorde a las tecnologías actuales» para volar seguros.
En declaraciones a Mal Aconsejados por Radio Caput, expresó: «Pedimos que no traigan más aviones porque queremos seguir volando seguros y que los pasajeros lleguen a destino».
Además, rememoró los encuentros que mantuvieron los referentes de la actividad con los ahora funcionarios del Cambiemos, cuando todavía estaban en campaña, y sentenció: «Nos dijeron que no iban a liberar los cielos y nos mintieron».
Respecto del arribo de las low cost al país, Uhrich se mostró escéptico sobre la seriedad de las firmas a las que les dan vía libre para volar. «Fly Bondi es un caso muy especial. Le asignaron 99 rutas con un capital societario de 6 mil dólares», y agregó: «Son todas empresas de papel que no valen nada como empresas, sólo valen a partir de la asignación de rutas. Este es un negocio de vivos».
Respecto de la continuidad de las protestas de los cinco gremios aeronáuticos que ayer paralizaron la actividad en todos los aeropuertos, el sindicalista anticipó que están «dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para que la actividad sea digna. Hoy volar en la Argentina ya es peligroso».