Los trabajadores de la Metalúrgica Tandil tomaron la planta, que administrativamente depende de la empresa Renault, porque a pesar de haber acordado una suspensión por 30 días, le llegaron telegramas de despido a los casi 200 empleados.
Los trabajadores, de hecho, no están cobrando luego de que la empresa Scania, el único cliente que tenía acuerdo con Renault, haya decidido bajarse.
Por fuera de la fábrica, se encuentra un operativo policial y por ahora no habría tensión ni amenazas de desalojos.
Los trabajadores permanecen en las instalaciones de manera pacífica y anunciaron que no se irán de ese lugar hasta lograr destrabar el conflicto con la patronal y Renault.
Los empleados comunicaron, además, que la multinacional está «vaciando» la fábrica porque «entre el 2005 y el 2006 vendían 1.500 toneladas, había tres turnos, más de 500 trabajadores y empresas satélites que trabajaban».