La decisión la tomaron los principales referentes de la Uatre para capacitar a los dirigentes y cerrar la herida que dejó el papelón de Pablo Ansaloni. Además hay malestar por el juego del diputado en la Obra Social. Apuntan a un actor de los negocios del mundo del seguro como el autor intelectual de la maniobra.
Los principales dirigentes del Sindicato de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) tomaron la decisión de encarar un acuerdo con la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) para cerrar la herida que dejó el papelón de Pablo Ansaloni.
“Son como los judíos, que por ahí no tienen patria”, había dicho el revisor de cuentas de la Uatre y también diputado nacional.
Las palabras, en un zoom, provocaron un generalizado repudio automático que derivó en una serie de resoluciones institucionales. Por ello buscarán un convenio de acción conjunta con la DAIA.
Vale recordar que a nivel interno fueron varias las seccionales que salieron a pedir la expulsión de Ansaloni. Entre ellas se contaron la Delegación de Córdoba Capital, de Tafí Viejo y de Villa María conjuntamente con las seccionales que las componen.
El malestar con Ansaloni no es nuevo. Ya venía con cruces con la conducción del gremio desde que está en manos del chaqueño José Voytenco. De hecho había intentado de quedarse con una de las cajas de la organización para hacer política.
Desde el primer momento trató de autoproclamarse al frente de la Obra Social para controlar esos recursos. La maniobra, según entienden desde el sindicato, tiene algunos alfiles intestinos y también una pata empresarial.
La «armada» de Ansaloni dentro del gremio apenas está conformada por Marcelo Acevedo, Walter Caceres y Carlos Caballero. Todos con una pata en Cambiemos. Un grupo minúsculo cuya relación con Voytenco está quebrada definitivamente y ya no tiene vuelta atrás.
Los conocedores de la organización apuntan que el plan de los amarillos consiste en tomar esa «billetera» e ir en busca de repetir la fórmula con la que Ansaloni llegó a la Cámara Baja en 2017. En aquel entonces fue parte de la lista que definió María Eugenia Vidal.
Según pudo saber InfoGremiales, también visibilizan a un importante actor externo como patrocinador. Se hace referencia, específicamente, a un reconocido empresario funebrero del mundo del seguro y con un pie en mesas de dinero, como el autor intelectual de la jugada.
Creen que el empuje empresarial tiene por objetivo quedarse con negocios vinculados a descuentos compulsivos vinculados a los afiliados de Osprera.