Este deterioro fue aún mayor si se analiza el poder de compra del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM), que pasó de representar U$S 589 dólares a fines de 2015 ($5.588 al tipo de cambio de ese momento) a los U$S 268 actuales ($16.875), lo que implicó una merma de casi un 55% en apenas cuatro años.
«Argentina ha pasado de tener el SMVyM más alto de Sudamérica, medido en moneda estadounidense al tipo de cambio oficial, a caer varias posiciones en el ranking. Esta dinámica se aceleró especialmente en el último bienio», aseguró el informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav, que conduce el economista Santiago Fraschina.
En el caso de las remuneraciones promedio de los registrados, un universo de unos 6 millones de trabajadores que incluye al sector público y al privado formal, sus ingresos pasaron de representar US$ 1.385 a US$ 771, con una caída de 44,3% en el mismo lapso.
Si se analiza exclusivamente a los trabajadores del sector privado registrado, estos vieron deteriorarse un 40% el valor de sus salarios medidos en moneda estadounidense.
Por otra parte, el retroceso en el poder de compra en dólares del salario de los argentinos fue a contramano de la mayoría de los países de la región que, si se aíslan los casos de Argentina y Venezuela, mostró un crecimiento en el período del 11,8%.
Según el informe de la Undav, Argentina perdió nueve posiciones en el ranking regional de salarios mínimos en dólares al pasar, en los últimos cuatro años, de la primera posición a la undécima detrás de Costa Rica (US$ 560), Uruguay (US$ 434), Ecuador (US$ 400) Guatemala (US$ 391), Chile (US$ 387), Paraguay (US$ 338), Bolivia (US$ 307), Perú (US$ 277), Honduras (US$272) y Panamá (US$ 270).
«El salario medio nacional retrocedió como producto de la alta inflación y una tasa de devaluación por encima de las paritarias promedio. Así, si se compara esta dimensión de ingresos con la de salarios mínimos, algunos países mejoran su posición mientras que otros la empeoran», analizó el informe de la Undav.
Puntualmente, Argentina se ubica en el séptimo lugar de América latina al analizar la media de los ingresos percibidos por su masa asalariada medidas en dólares, según la Undav.