Como cada vez que hay una manifestación opositora, el presidente Mauricio Macri lejos de aquietar aguas, sale duro a cruzar a los dirigentes. Ayer utilizó el escenario de un acto en una escuela pública en Corrientes para lanzar una dura embestida contra los sindicatos docentes y sus representantes, al sentenciar que «los gremialistas cada vez representan menos» a los maestros.
«Los líderes gremiales de los docentes siento que cada vez representan menos, lo que los docentes me dicen a mí cuando los visito», disparó Macri sin titubear acompañado por el gobernador correntino Ricardo Colombi, en pleno paro nacional que realiza Ctera en el marco de la jornada de protestas de las centrales obreras contra las reformas impulsadas por la Casa Rosada y mientras el Gobierno amenaza con eliminar casi 500 sellos sindicales.
Macri los criticó por «oponerse a la evaluación» de los alumnos, en relación al Operativo Aprender, apuntado por su metodología y por no oír la palabra de los especialistas. «¿Cómo nos vamos a oponer a la evaluación? Si no sabemos en qué estamos fallando, ¿cómo vamos a mejorar?», se indignó.
«Necesitamos tener información y, lo más importante, necesitamos saber la verdad», volvió a reiterar, y aseguró que en la actualidad «sólo uno de cada cuatro chicos que comienza en la educación pública está en condiciones de acceder a un buen trabajo o ingresar a la universidad».
En la misma línea que el líder PRO, pero con aún más dureza, atacó a Ctera el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, que calificó de «absurda» e «inentendible» a la huelga que lleva adelante ese gremio, destacó que las otras agrupaciones «no paran» y disparó que los representantes sindicales son «burócratas» en «torres de marfil».
El funcionario sostuvo que la huelga de Ctera fue decidida el martes «por cuatro burócratas en su torre de marfil», con la consecuencia de que «hoy los chicos no tengan clases».