«Es muy triste, comprar trenes usados y no pueden ser utilizados es un vergüenza, con un gasto de guita que aportamos todos», afirmó el Secretario General de La Asociación Gremial de Trabajadores de Subtes y Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, sobre los trenes usados comprados por Sbase para la línea B que no entrarían en el túnel por su altura.
Según los Metrodelegados, los 73 coches CAF 6000 no podrían circular por la línea B en las condiciones actuales debido a razones de altura. De hecho, son sustancialmente más altos que el actual material rodante en circulación: miden 3,88 metros de alto, unos 38 centímetros más que los Mitsubishi y 33 cm más que los CAF 5000.
En un comunicado, Sbase aseguró que los trenes “CAF 6000 adquiridos para cubrir el recorrido entre Alem y J. M. Rosas requieren que la catenaria esté ubicada a 3,94 m”, y que “la obra de la catenaria en curso se realiza a 4,10 m de altura y en algunos lugares específicos a 3,95m, respetando así los requisitos del material rodante y sin ninguna interferencia”.
De acuerdo con la empresa estatal encargada de las compras y las obras en el subterráneo, “adicionalmente se han realizado pruebas físicas colocando una máscara con la forma de un tren CAF 6000 sobre un tren de la Línea B” para realizar las pruebas correspondientes.
El representante sindical Dellecarbonara, por su parte, aseguró que para que los trenes comprados circulen “hay que bajar el piso de los túneles, las vías, los andenes. Van a tener que cerrar las estaciones durante meses. No se puede hacer con los trenes circulando”.
Lo que queda claro es que los Metrodelegados no son los únicos que creen que la compra de Macri no es un buen negocio. Cuando se concretó la compra de coches usados españoles, el diario El País publicó que el Metro de Madrid «se frota las manos» por la «venta de unos vagones carne de chatarrería».