La actividad de los paseadores ahora tiene un nuevo hito. Luego de la ley que exigió su registración en 2001, que nunca se cumplió, habrá un sindicato para tratar de regularizar la situación y profesionalizar el sector.
Sin controles apropiados por parte del Gobierno porteño, epicentro de acción de los paseadores, según datos informales del sector, se calcula que ya son unos seis mil en la Ciudad, en la que viven unos 480 mil perros como mascotas.
Con esa premisa en mente, la de cambiar su informalidad laboral, un grupo de paseadores creó el Sindicato de Trabajadores Caninos, una agrupación que viene trabajando desde hace cuatro años en busca del reconocimiento laboral profesional, pero que recién tomó impulso este año.
Al mismo tiempo que el sindicato toma forma, el Gobierno porteño reabrió el registro de paseadores de perros. La iniciativa es impulsada por el programa Mascotas de la Ciudad, que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, se relanzó hace tres meses y ya cuenta con unos 250 paseadores anotados.
Según explicó el diario Perfil, el gremio cuenta con unos 1.500 afiliados. Si bien la mayoría de los afiliados son paseadores, el encuadre sindical también agrupa a los adiestradores y a los peluqueros caninos. “Buscamos ser profesionales en esta actividad. El sindicato nos sirve de respaldo ante eventuales problemas legales y hace que este trabajo se torne formal a la vista de los demás. La idea es cambiar esa mirada que tienen sobre nosotros de vagos que se tiran en el parque a tomar sol y atan los perros a los árboles o a las rejas”, afirmó Santiago, un paseador con más de diez años de actividad en el parque Tres de Febrero y afiliado al gremio.
Para reafirmar su intención, el sindicato está trabajando en la confección de una ley nacional que apunte a reconocer la actividad como tal, y a conseguir los mismos derechos laborales de cualquier otro empleado formalizado. “El proyecto se basa en la ley de las empleadas de casas particulares”, señaló una fuente del gremio a este diario.